Justicia. Salvador Díaz Mirón
Ceñudo y calenturiento sacudo la frente fiera, cómo si así consiguiera arrojar el pensamiento. Pero altivo en mi tormento miro el tiempo que pasó, que las faltas en que yo, frágil como hombre, incurrí, podrán afligirme, sí; pero avergonzarme, no. Dicen que todo mortal, hasta el que lleva la palma, es, por fallo de su … Leer más