Vueltas da la vida.

 

“El arte de vencer se aprende en las derrotas”:
Simón Bolívar

Dicen, con mucha razón, que los países que desconocen su historia están condenados a repetirla. Aseguran, también, que el ser humano es el único animal en tropezar dos veces con la misma piedra, porque el tiempo borra del subconsciente social las malas experiencias del pasado.

El mundo es redondo y gira. Da muchas vueltas. La vida es caprichosa y nada garantiza una posición permanente. Venezuela es un claro ejemplo de ello.

En la década de los 70´s, el gobierno de Estados Unidos y las dictaduras militares del Cono Sur apoyadas por él, implementaron la ominosa y terrible “Operación Cóndor”, como un dique para contener la ola creciente del comunismo de aquellas épocas.

El asesinato, encarcelamiento y desaparición de decenas de miles chilenos, argentinos, uruguayos, paraguayos, bolivianos y brasileños forzó el éxodo de multitudes a países generosos, ricos y democráticos que les brindaron asilo político. Venezuela fue uno de los principales en recibirlos.

De hecho, a pocos meses del triunfo absoluto de la revolución Sandinista sobre la dictadura de la dinastía Somoza, fue Venezuela, la misma nación sometida hoy por una férrea dictadura, quien llevó ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la iniciativa para promover elecciones libres en Nicaragua, moción que fue aprobada.

Décadas después se han invertido los papeles. En el mismo foro de la OEA, la delegación venezolana se levantó de la mesa de negociaciones lanzando epítetos deshonrosos contra todos los que “osaron” pronunciarse por la democracia y en contra de la represión en su país. Los muertos, detenidos y desaparecidos crecen exponencialmente, como en los 70´s, pero ahora desde la izquierda y sin el apoyo de la inteligencia norteamericana.

De aquella Venezuela próspera y digna, solo el recuerdo queda. La represión, la violencia, el hambre y la desesperación del pueblo son cada vez más evidentes. Igual sucede con la intolerancia, la megalomanía y el delirio de Maduro, condiciones todas encaminadas a generar una tormenta perfecta.

El mundo es redondo y da muchas vueltas. Ojalá no solo aprendamos del pasado, sino de las experiencias de otros países. Es una buena forma de no cometer los mismos errores.

Y la mejor forma de salir vencedores de yerros pasados.

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