Un Reconocimiento grande

El sacerdote, Pedro Pantoja Arreola, renombrado y reconocido defensor de los derechos humanos de los migrantes recibirá el próximo 27 de noviembre el Premio, Alfonso García Robles, otorgado por la UNAM por su destacada labor a favor de las personas migrantes, el Reconocimiento le será entregado por el Rector, Enrique Graue Wiechers y se cuenta entre los esfuerzos de la UNAM por apoyar la lucha por la justicia y el trato humano hacia los migrantes.

El padre Pantoja egresó de la licenciatura de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Coahuila, realizó estudios de posgrado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y de sociología en la Universidad de Nanterre, Francia. Es cofundador del Centro de Derechos Humanos, Fray Juan de Larios de la Diócesis de Saltillo y fundador del la Casa de Migrantes Emaús de Ciudad Acuña y de la Posada Belén, Posada del Migrante, asesor de Frontera con Justicia, miembro del Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración, emprendedor y defensor de las diferentes luchas sociales en pro de los derechos humanos de los obreros que se han presentado en Coahuila, en México; además, fue el 2° mexicano que en 2011 recibió el Premio Letelier-Moffitt otorgado por el Institute for Policy Studies a personas e instituciones que defienden la causa de los derechos humanos en América.

El padre Pedro es un sacerdote excepcionalmente bien preparado política e intelectualmente y se preocupa de que en los albergues de los migrantes no sólo haya alimentos, techo y protección contra la delincuencia organizada, sino que se promueva una concientización política que abra los ojos de los emigrantes de la realidad política y social en la que se ubican y a la que deben enfrentar en su tránsito hacia la pesadilla norteamericana que desean alcanzar.

Por supuesto que la trayectoria le padre Pantoja como defensor y promotor de los derechos humanos no se agota en esta breve descripción, es mucho más amplia, y conviene destacar también que ha sido clasificado entre, “Las ovejas negras. Rebeldes de la Iglesia Mexicana del Siglo XXI” libro, escrito por Emiliano Ruíz Parra en 2015, junto con, don Raúl Vera, Alejandro Solalinde y otros clérigos adscritos a la Teología de la Liberación de América Latina.

Por otra parte, importa tener en cuenta que Alfonso García Robles (1011-1991), fue el primer mexicano que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1982 por su labor a favor de la no proliferación de armas nucleares en América Latina y el desarme mundial y su nombre fue escrito con letras de oro en la Cámara de Diputados de San Lázaro, aunque este distinguido mexicano se encuentra en el olvido y es muy importante rescatar su legado, el que se asocia a la lucha de más de casi 40 años del Padre Pedro Pantoja por la vigencia de los derechos humanos de migrantes, laborales, de las mujeres y en general de los más vulnerables de la sociedad mexicana.

García Robles sostenía que la paz es fundamental para la supervivencia de la especie humana y creía que en ese propósito debe participar toda la sociedad, así se percibe en su discurso al recibir el Premio Nobel de la Paz, en la ciudad de Oslo, el 10 de diciembre de 1982, aunque la lucha de este ilustre mexicano, es desechada ante la prevalencia del discurso belicista de Trump y otros presidentes.

Agrego que el próximo domingo se conmemora el día Internacional de la Eliminación contra la Violencia hacia las Mujeres, la que constituye una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales e impide total o parcialmente a la mujer gozar de ellos.

Les invito a votar en la consulta de Morena del 24 y 25 sobre la construcción de 1 refinería, el apoyo económico a jóvenes y personas de la tercera edad, pensión a 1 millón de personas con discapacidad, el tren Maya y el proyecto para revitalizar la zona del Istmo de Tehuantepec.

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