Triste, muy tristemente. Rubén Darío

Un día estaba yo triste, muy tristemente viendo cómo caía el agua de una fuente. Era la noche dulce y argentina. Lloraba la noche. Suspiraba la noche. Sollozaba la noche. Y el crepúsculo en su suave amatista, diluía la lágrima de un misterioso artista. Y ese artista era yo, misterioso y gimiente, que mezclaba mi … Leer más