Presidenciales: En Guatemala, Arévalo le gana a ex primera dama y en Ecuador van por segunda vuelta

Guatemala

El candidato anticorrupción Bernardo Arévalo lograba una ventaja de poco más de 20 puntos porcentuales sobre la exprimera dama Sandra Torres en las elecciones presidenciales de Guatemala del domingo, según resultados oficiales preliminares, lo que marcaría el comienzo de una nueva era en el país acosado por la corrupción y el autoritarismo.

Con el 86.4% de las actas procesadas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), Arévalo, un diplomático de carrera de 64 años, cosechaba el 59.7% de los votos y Torres, de 67 años y vista como representante del statu quo, tenía el 35.6%.

En la última década, Guatemala ha venido descendiendo en el ranking de percepción de corrupción de la ONG Transparencia Internacional hasta alcanzar el año pasado su peor calificación y ubicarse en el puesto 150 de 180 países.

El nuevo presidente de Guatemala asumirá el poder a principios de 2024 mientras la violencia y el alto costo de vida azotan al país, provocando que se haya convertido en el principal expulsor de migrantes centroamericanos a Estados Unidos. La ONU estima que más de 1.3 millones de guatemaltecos viven en Estados Unidos, la mitad de ellos de forma irregular. La cifra es 44% más alta que hace una década.

“Voté por Arévalo porque es la única opción que tenemos, votar por Sandra es votar por lo mismo”, opinó Roberto Álvarez, un contador de 74 años, tras sufragar en un colegio capitalino.

“Arévalo no puede hacer mucho porque la corrupción viene desde la colonia y cambiar en cuatro años no se puede pero sí puede comenzar a hacer un cambio y generar las bases”, agregó.

El hijo del exmandatario Juan José Arévalo (1945-1951) cosechó simpatías con sus promesas de erradicar la corrupción, aumentar la cantidad de policías, mejorar la generación de empleo y combatir el cambio climático.

Su sorpresivo segundo puesto en la primera vuelta de junio provocó llamados de los opositores a recuentos que retrasaron los resultados oficiales. Su partido fue suspendido brevemente a pedido de un fiscal antes de que el tribunal supremo del país revocara la prohibición.

Movimiento Semilla, el partido de Arévalo, denunció presuntas irregularidades durante la jornada del domingo y dijo que había presentado una denuncia penal por la supuesta compra de votos del partido de Torres, UNE, a cambio de víveres. Según personeros de Semilla, las personas detenidas en flagrancia están bajo custodia policial.

El saliente mandatario, Alejandro Giammattei, prometió garantizar una votación pacífica y una transición ordenada del poder. La elección está siendo observada de cerca por la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, quienes han pedido respetar las reglas democráticas.

Muchos guatemaltecos sin embargo, siguen escépticos, ya que en los últimos años el Gobierno expulsó a investigadores de una misión contra la impunidad respaldada por la ONU y atacó a jueces y activistas anticorrupción, muchos de los cuales se exiliaron.

El presidente electo debería asumir el cargo el 14 de enero, aunque expertos han advertido que los meses posteriores a la votación los resultados podrían verse cuestionados.

Ecuador

La correísta Luisa González y el empresario Daniel Noboa conservan su ventaja en primer y segundo lugar, respectivamente, para pasar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales extraordinarias de Ecuador, con más del 50% de los votos contabilizados.

Al 51.20 % de los votos escrutados, González, la candidata de la Revolución Ciudadana, el movimiento político que lidera el ex presidente Rafael Correa, tiene el 33.28% de los sufragios, mientras que Noboa, que es candidato de la alianza ADN, ostenta el 24.18%.

En tercer lugar figura el asesinado candidato Fernando Villavicencio, con el 16.20% de los votos, que irán a parar a Christian Zurita, su colega de investigaciones periodísticas que decidió asumir la candidatura luego de su asesinato el pasado 9 de agosto.

La siguiente jornada electoral en Ecuador se celebrará este 15 de octubre para suceder al actual mandatario, el conservador Guillermo Lasso, para completar su periodo hasta el 2025.

Estas elecciones tuvieron lugar en medio de una crisis política marcada por escándalos de corrupción del presidente Guillermo Lasso, quien con la Muerte Cruzada, una herramienta de la Constitución ecuatoriana, disolvió al Congreso de su país, pero adelantó su mandato. 

La mayoría opositora de la Asamblea Nacional (Congreso) se disponía a votar su destitución como último paso de un juicio político donde la oposición le había acusado de presunta malversación de fondos, un cargo que él niega y rechaza, y forzó la convocatoria de estos comicios extraordinarios.

Aristegui/Ecuador

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