Negocios y corruptos del moreirato (3 de 3)

Es verdad, gobernadores corruptos han habido en Coahuila a lo largo de los sexenios recientes, porque olvidaron la ética política y la moral personal que vestía a los políticos de antes.

Los hay quienes en los últimos 40 años han hecho negocios al amparo del poder, quienes se agenciaron propiedades ilegítimamente, otros que han puesto a sus familiares directos en cargos relevantes y que han abierto el cajón de los dineros públicos para llevarse puños, paladas y carretillas llenas. Y están quienes descubrieron en los fondos de pensiones de maestros y trabajadores gubernamentales, una caja para financiar campañas políticas del PRI.

Luego llegó el moreirato (Enrique Martínez ¡que chinga nos diste con estos ladrones!, sí, te agradó El Bailador y a él lo heredaste, pero era “un paquete” y como lapas que son, se han enquistado).

Los Moreira y sus cómplices como Jorge Torres López y Miguel Riquelme Solís, (gobernadores por ellos y para ellos), se fueron al extremo corrupto y criminal. Se robaron todo lo que pudieron, endeudaron fraudulentamente y para 50 años, se aliaron con el crimen organizado a cambio de sobornos, deshicieron al magisterio, quebraron a la entidad, crearon una extensa escuela del crimen, formaron un cartel dentro del otro (El Cartel de los GATES dentro del Cartel de Los Moreira).

El robo y la criminalidad institucionalizados en Coahuila, siguen cobrando vidas y dineros, siguen mermando la riqueza social, política y financiera. Coahuila es conocida en el mundo por corrupta e indigna, ya no hay más historia y paisajes, no más perfiles y valores, que le dan significado.

En los gobiernos de Coahuila hemos padecido puro PRI… Porque los del PRI saben ganar a como sea (con votos mapachados o robando), porque la oposición es chaparra en miras y congruencia política (se ha vendido) y más que todo ello, porque ¡la sociedad se agacha, es indigna y se conforma!

De maestros a maestros

Herederos de una estirpe de maestros, Los Moreira, mal llegaron al poder, se ensañaron contra el Magisterio: Lo robaron, con leyes malvadas les arrebataron los logros sindicales y gremiales, lo dejaron en la indefensión en pensiones y salud y lo desprestigiaron. Y tras 14 años de infame moreirato, el robo continúa.

Y es que la estirpe, docente y decente, no heredó a su torcida descendencia la nobleza supuesta, sino una deformada frustración social que los volcó y revolcó en el fango político, para enriquecerse (tan solo de dinero).

Carbón, huachicol y otros negocitos

La PRODEMI fue un negocio redondo desde el sexenio de Enrique Martínez. Una oficina gestora (coyota) inventada por el gobierno para ser mediador entre los productores y la CFE, monolítico comprador, a cambio de una comisión, sin ninguna evidencia de cómo ingresaba el dinero a la tesorería estatal. Humberto Moreira por conducto de El Gordo Fachas (capo local conocido) le entregó una buena parte del negocio del carbón a Los Zetas (carbonero que quisiera vender tenía que pactar con ellos y la CFE compraba lo que ellos querían como ellos querían, los inspectores y recibidores del material en las carboeléctricas estaban en la nómina negra y por supuesto, Los Moreira recibían su tajada criminal). Riquelme siguió el negocio porque le ordenó Fachas y porque le gusta comprar relojes de muchos miles y propiedades de millones.

Cientos de millones han cobrado y cobran los familiares de David Aguillón Rosales por facturar “desayunos calientes” al DIF Coahuila. Muchos millones se cobraron con empresas fantasma y se siguen cobrando mes a mes, unos servicios existen y muchos no pero todos reciben transferencias desde la tesorería. Y claro está que Fachas es el dueño del negocio y todo indica que es una “lavandería”. Ese Aguillón es el mismo que en el moreirato paso de una colonia popular a Virreyes Obrera y luego a una casa de 30 millones en el lujoso fraccionamiento Los Molinos, al nororiente de Saltillo. Es también el espía de los escáner y el prestanombres de medios de comunicación propiedad de Los Moreira (con dinero robado y caliente).

Víctor Zamora Rodríguez, un profesor pobre y un pobre profesor, de General Cepeda salió pidiendo raid y con negocios extraños pasó a mejor vida (sin morirse), al traficar como capito de Rubén Moreira. Sus otros dos hermanos son unas jollitas, uno administraba antros del crimen (se lo llevó la SEIDO) y otro era guarura del Mono Muñoz. Víctor fue tesorero de Humberto Moreira y secretario de gobierno de Rubén. Es el capo del huachicol en 3 estados sirviendo de lavador a Rubén y a otros delincuentes.

Derramadero pasó de zona rural a polo industrial. Humberto quiso hacer un aeropuerto para poner el hangar de su nuevo negocio de renta de aviones (se autovendió las aeronaves del gobierno, las compró con dinero robado y lavado y las puso a nombre de Rayet, luego se autorentó esos mismos aviones con cargo al gobierno, negocio que continúa con Jorge, Rubén y Miguel). Al baile llevó a empresarios y hasta le puso sus nombres a las calles de los fraccionamientos populares y Parques Industriales que construyó con su constructora personal pero con dinero de obras públicas estatal y municipal. Unos negocios son de Enrique, otros de Rogelio Montemayor, pero Derramadero es negocio de Moreira.

No es suficiente

No son suficientes: Ni la tinta, ni las Sagas, ni las crónicas, ni la internet, para decirles a estos Moreira (Humberto, Rubén, Carlos Ariel y Álvaro) lo malos y sucios que sonNo es suficiente con despreciarlos, son inmunes a todo porque buscaron enriquecerse de dinero para colmar su ansia social y su complejo de clase, porque tomaron el dinero del crimen y de la tesorería para equilibrar un poco su desequilibrio psicosomático. Páginas y letras faltan para escribir y describir la saña Moreira-Riquelme con la que saquearon y saquen a Coahuila. Es indecible el tamaño del robo, son enormes los pozos que escarbaron para llevarse todo, es infame su afán bandido…

Son unos desalmados y les da gusto que lo escribamos, hasta se sienten famosos y soñados, por la carroña que los describe, con tal de no ser ignorados, luego de la rapiña y la maldad.

¡Viva Coahuila!

¿Cuándo, los coahuilenses bien nacidos, vamos a despertar de esta pesadilla Moreira, que por dormidos nos consume?
¿Cuándo recobraremos la dignidad?

¿Cuándo volveremos a gritar ¡Viva Coahuila, muera el mal gobierno!… y votando en consecuencia?

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