Mitomanías 2.

El ejemplo permea y, por ende, si solamente se despliegan mentiras desde las alturas de la dictadura coahuilense, cuantimás los funcionarios menores. Pero si la constante de deberle vida presente y futura al dictador moreiriano versión 2.0, que para bien de este estado pronto lo veremos de compañero de estadía de Napito en Canadá.

Iniciando el desfile de los nominados al “Lamebotas del 2017”, iniciamos el recuento puntual y fatídico:

PRIMERO. En su nominación como San Pedro, negó a su mecenas tres veces, sin embargo, no nos equivocamos cuando dijimos que el Fiscal Anticorrupción había sido impuesto para proteger a Rubén Moreira en su salida.

Chuy Flores ahora sale con el cuento de que, de acuerdo con la Ley de Protección de Datos Personales, la Fiscalía Anticorrupción únicamente puede revelar cuántas carpetas de investigación están en revisión, pero no se puede dar a conocer a los involucrados.

El proceder será el mismo que cuando, como titular del ICAI, mandó toda la información que no convenía a la capsula del futuro a través de la figura de la información clasificada. ¿Para qué necesitamos, entonces, una fiscalía que ni persiga, ni alerte sobre las especies corruptas que anidan en las oficinas de Gobierno?

SEGUNDO. “Evidentemente, desde mi postura, yo tengo que ser congruente con lo que pienso, con lo que hago y con lo que promuevo, y evidentemente es una postura de rechazo, de condena total a estas expresiones misóginas y sexistas”.

Gabriela de León se define agraviada por su género, en un juego siniestro que pretende regresar un resabio de dignidad a su proceder lacerante con la sociedad coahuilense, y su decisión electoral de junio.

Sintiéndose lastimada por la crítica del periodista que no hizo más que definir un esquema de corrupción que sufriremos los coahuilenses de confirmarse la escena.
¿De qué se queja, si ella fue la que, en junio del 2017, reveló su relación con el Gobierno a través de su persona y familia?

Fue ella quien desmintió el resultado del PREP y la que decidió que fuera la fuerza Coahuila quien resguardara los paquetes electorales, para que los mapaches de Aguillón pudieran hacer de las suyas en la madrugada del 5 de junio.

Si no soporta la crítica, que renuncie, que bien haría a esta tierra agraviada.

TERCERO. Siguen las falacias: “Quiero comentarles una noticia que ayer por la tarde surgió: en estos seis años generamos 170 mil 276 empleos nuevos. Es la mayor cifra en la historia de Coahuila”, dijo en su mensaje de Twitter el gobernador Moreira.

La noticia contrasta con lo anunciado por su mismo Gobierno hace un mes: “Tan sólo en el mes de agosto de 2017, en Coahuila se generaron 6 mil 606 nuevos empleos y la administración estatal llegó a 159 mil 743 trabajos formales”.

Si comparamos este sexenio con el anterior encontraremos datos muy interesantes y es que, basados en la plataforma del perfil Coahuila de la Secretaría del Trabajo Federal, noviembre 2011 con el de octubre de 2017, encontramos que a finales de la administración del hermano incómodo, existían 642 mil 425 empleos y a finales de la dictadura existen 756 mil 244, la diferencia es de 113 mil 119 que serían los empleos que crecieron en este tiempo. Nos damos cuenta de que en el anterior sexenio se generaron más fuentes de trabajo, ya que se llegó a 140 mil 48 empleos (dic. 2005/nov. 2011).

Simulación y falacias fueron las constantes en este régimen que acaba y se derrumba, ¿cuántos sobrevivirán a la venganza popular, al juicio de sus iguales? Baltasar Gracián da una fórmula: “En boca del mentiroso, hasta lo cierto se hace dudoso”.

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