Heroínas invisibles

La pregunta de por qué la historia mexicana registra una escasa participación de las mujeres en las gestas heroicas nacionales tiene varias respuestas, una, muy sabida es la discriminación patriarcal, el conocido machismo, el predominio de los hombres sobre las mujeres, la supremacía racial por la que los europeos y los criollos estaban no solo sobre los varones nativos, mucho más sobre ellas.

Hoy que celebramos los 109 años de la Revolución Mexicana conviene revivir y rememorar no sólo a las muy conocidas Adelitas y Valentinas sino a otras que fueron cocineras, nanas e incluso participantes en el frente de la lucha heroica de quienes forjaron nuestra historia peleando por los derechos que posteriormente se ganaron, el derecho a la educación pública, a la salud, a la posesión de la tierra, a las 8 horas de la jornada de trabajo, entre otros.

Elenita Poniatowska fue quizá una de las primeras escritoras que se ocupó de ellas pero muchas mujeres revolucionarias permanecen ocultas, aunque fueron soldaderas o soldadas, término que mantiene una connotación negativa que implica mujer vulgar, plebeya,  a pesar de que ellas fueron  estrategas y espías, pero para tomar las armas y participar en las grandes batallas debían vestirse de hombres y hasta cambiar de nombre, Petra Herrera, entró a las tropas de Francisco Villa con el nombre de Pedro Herrera, tuvo de travestirse y así poder asociarse con él a quien no le gustaba la participación de mujeres en la tropa y por ello la expulsó.

Petra consideraba que la verdadera acción estaba en medio del polvo, la sangre y las balas, justo en la trinchera donde cada día cientos de hombres se jugaban la vida, ella quería estar ahí.  

Al ser excluida por Villa, Petra formó un ejército de 400 mujeres que exitosamente intervinieron en la Toma de Torreón, mostrando un liderazgo ejemplar que no fue reconocido, por lo que en 2017 Pedro Herrera, Petra se alió con Venustiano Carranza con quien sus éxitos continuaron, por ello solicitó ser ascendida a generala, lo que le fue negado, porque aun ese término no era usado, sin embargo más tarde se le concedió el grado de coronel, es poco lo que se sabe de la procedencia y la vida de Petra Herrera sólo su participación con los Dorados de Villa es lo más difundido.

En la etapa de la Revolución Mexicana la guerra era la vida, el modus vivendi era el conflicto bélico que se extendió por 10 años, pero aun hay luminarias ocultas en la penumbra, multitud de mujeres de las etnias, valientes, rabiosas, leales y trabajadoras que se sumaron al atroz himno de sangre y muerte con que se construyó la historia de nuestra Revolución (Elena Poniatowska).

Hoy, Petra es invitada especial y está representada por una locomotora de ferrocarril de 66 toneladas de peso, que formó parte de la Revolución Mexicana y se instaló ayer en el Zócalo de la Ciudad de México, la máquina pertenece al Museo del Ferrocarril de Puebla y durante la Revolución fue el transporte del Ejercito Libertador del Sur.

La metáfora de Petra la guerrillera y la locomotora es adecuada, sí, porque Pedro Herrera, Petra fue eso una máquina que con su fusil abría paso a las tropas, una pesada máquina que iba hacia adelante colocando dinamita para derribar puentes y muros, mirando al futuro para dejar atrás una realidad que esclavizaba al pueblo y forjar un país de ciudadanos libres.

En el desfile se resaltará el papel de otras mujeres de la Revolución, como Carmen Serdán, revolucionaria antirreeleccionista, periodista, enfermera, estratega de las batallas revolucionarias.

Los últimos gobiernos del prian, quisieron borrar esta fecha histórica, ahora revive y en ella vemos lo que los mexicanos somos.

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