Hablemos de cámaras

Ahora que está de moda el término “adicción”, viene al caso un relato no tan lejano. El exalcalde panista Isidro López Villarreal -el que bajo su mandato ganó para Saltillo al menos 8 primeros lugares, nacionales e internacionales como Mejor Ciudad- (2014-217) ante la incultura vial y la cabeza dura de los conductores vehiculares que nunca han respetado los límites de velocidad establecidos por las autoridades, Chilo tomó la decisión de instalar cámaras para la vigilancia vehicular, controlar los límites de velocidad, tomar fotos de las placas y sancionar a infractores.

La reacción fue rabiosa, violenta y la mayoría de los medios de comunicación de tendencia priista emprendieron una andanada de cañonazos mediáticos en contra de esa decisión que pretendía disminuir las muertes por accidentes vehiculares, aún así se colocaron 40 cámaras en vías rápidas, por supuesto que llovieron los amparos y protestas y obstaculizaciones por parte del gobierno del Estado a cargo de Rubén N y otros; gracias a las cámaras y las fotomultas implementadas por el alcalde las muertes por percances viales decayeron hasta 82 por ciento.

El sucesor de Isidro López, Manolo Jiménez canceló el programa y las cámaras fueron sustituidas por radares de los cuales se supo muy poco y más tarde se incorporó un programa de concientización a fin de no afectar la economía familiar ¿qué hizo Manolo con las cámaras, las vendieron, las guardaron, las destruyeron? Sepa, dijo aquél, lo cierto es que Manolo salió muy bueno para la compra de propaganda política, la foto diaria no faltaba y además se enfila hacia la gubernatura, así que ¡coahuilense!, ya sabes lo que nos espera si no hay cambios?

Es historia conocida que el intercambio de gobiernos municipales PAN-PRI en Saltillo han implicado que lo que hace uno el otro lo elimina o lo destruye y los gastos en uno y otro caso corren por cuenta de los contribuyentes.

Ahora el alcalde Fraustro Siller ante el aumento de accidentes automovilísticos fatales se propone volver a implementar un sistema de cámaras de reconocimiento facial y placas que costará la módica suma de 600 millones de pesos por 210 cámaras que pagaremos usted y yo, es el sistema de quita y pon y este será parecido al de las fotomultas pero no habrá sanciones económicas, sabemos que donde duele es en el bolsillo, pero como el de Manolo el sistema sería de control y concientización no recaudatorio.

Si bien en el Proyecto del Plan Municipal de Desarrollo de Fraustro Siller en Seguridad Pública aparece: “Incrementar el número de cámaras inteligentes y hacer uso de las tecnologías más modernas para hacer más eficiente la respuesta a las incidencias delictivas” (P. 47), habrá que dar seguimiento a esta estrategia con las antenas bien puestas y los ojos bien abiertos, porque con más de 6 años de probar y probar, los gastos han sido mayúsculos y los resultados nulos.

Con el aumento sin pausa de la circulación de automóviles, en parte a causa de los rezagos urbanos que dejó Manolito y sus antecesores en el caos del transporte público, además de los abusos de los cuerpos policiacos de los que no sabemos mucho sobre los “moches”, antes mordidas, las propuestas del Proyecto del Plan Municipal de Desarrollo se quedan cortas en muchos temas, el del agua es uno de ellos.   

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