Hace once años platicando con Armando Castilla le decía que si Moreira resultará el Gobernador de Coahuila lo lamentaríamos, le decía que resultaría peligroso para la integridad física de nosotros, de nuestras familias que estaríamos expuestos a todo tipo de eventos violentos y que, además del desorden administrativo, la más negativa discrecionalidad caracterizaría su gobierno. Lamento que hoy sea víctima de un gobierno envilecido, pervertido qué ha degradado la función pública de manera despreciable.
El capricho, la ocurrencia, la arbitrariedad, la opacidad y la corrupción son los elementos que distinguen y señalan a este gobierno. Los aberrantes crímenes atribuidos a Fuerza Coahuila, insignia de la marca, el enorme dispendio en publicidad, el constante y cínico empeño para mantener escondido el tema de la eufemísticamente llamada “deuda”, los insultantes y asombrosos enriquecimientos inexplicables de funcionarios públicos y familiares, los concurso amañados de obra pública, – la misma cantidad de luminarias cuesta en Saltillo 228 millones y en Torreón 3000 millones – la represión brutal como herramienta de control – NOE GARZA y VANGUARDIA – la prebenda y la canonjía como elemento proselitista, las obras insultantes e innecesarias – el teleférico – son eventos cotidianos a los que casi nos acostumbra esta pandilla que, de manera autoritaria, hoy nos gobierna.
Hace más de 10 años vivimos esta pesadilla y aun nos quedan poco menos de 2 años de fatalidad, pero la más lamentable y peligroso es que esta banda ya preparan a un altísimo costo económico y con total descaro y desparpajo el asalto a los siguientes 6 años de Moreirato, después de Humberto y Rubén, le toca a un cómplice, Riquelme, con la encomienda central de encubrir los doce años anteriores y preparar el camino para el que sigue, Álvaro.
Por eso estoy convencido de que la tarea de mas alta significación, el objetivo mas caro y nuestro principal afán, pensando en Coahuila, debe ser terminar, poner FIN AL MOREIRATO, restaurar la cordura, la sensatez y la mesura en la acción de Gobierno y recuperar el rumbo que permita desterrar para siempre la ruindad la mezquindad, la vileza del gobierno.
Este muy importante objetivo debe ser el factor de unidad, la coincidencia mínima, o el vaso comunicante de los priistas que no son Moreiristas, de los partidos políticos realmente opositores y de las organizaciones civiles y ciudadanos conscientes e indignados.
En el priismo los excluidos, los marginados, los agredidos deberán entender que esta actitud es una constante del moreirismo, que solo pueden aspirar a ser comparsas y a ser utilizados como hasta ahora, que la condición que reclaman y exigen es la de súbditos, no caben los afines ni los aliados, menos los competidores o los discordantes, ojalá consideren el mayor interés del estado o cuando menos una adecuada posición de dignidad propia.
Las partidos de oposición aspiraran a mejorar su posición frente a la ciudadanía y conseguir la alternancia, asunto de trascendencia en la vida política de la entidad. La formación de un amplio frente opositor parece ser una real posibilidad, una amplia alianza en contra del Moreirato, sin duda, debe ser un imperativo moral y un compromiso ético de cara a la ciudadanía. Desde mi punto de vista la posibilidad de competir contra el PRI, con el opositor mejor posicionado y hacerlo sin siglas partidistas sería la mejor versión de esta fundamental aspiración.
En la sociedad civil las cosas también parecen estar modificándose, cada vez son mas las organizaciones que asumen una actitud de congruente madurez ciudadana, hacen de la crítica, la denuncia, la protesta y el reclamo la forma de interlocución con el gobierno. La ciudadanía encuentra en las redes sociales un mecanismo de expresión que influye en la formación de la opinión pública y que desde luego molesta y enoja al grupo en el gobierno.
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