Ellas en el aire.

Contar historias de mujeres es algo, en cierta medida apasionante porque generalmente son hechos inéditos, que han permanecido ocultos porque han sido vistos como sucesos intrascendentes, sin mayor importancia, no obstante, en muchos casos de esas historias surgieron verdaderas heroínas que han permanecido en el anonimato.

Durante la II guerra mundial, el conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945 un grupo de valientes mujeres entre las que se encontraba Lucile Wise, en 1943 se convirtió en una de las pioneras de la aviación militar en los Estados Unidos formando parte de un grupo de mujeres precursoras en pilotear aeronaves para que los hombres se mantuvieran en combate; ella manifiesta que lograron que se dieran cuenta de que podíamos hacerlo, éramos serias y estábamos dispuestas a trabajar, expresa.

En esa época se consideraba anti femenino, no era aceptado socialmente que las mujeres participaran en actividades militares pero entonces Lucile Wise comenzó a aprender a volar, pero no se lo contó a nadie y después ella fue considerada un hito en el proceso de empoderamiento de las mujeres, personas que rompieron barreras, pero fue apenas hace 4 años cuando a Wise se le otorgó un reconocimiento público por sus heroicas decisiones, además ese reconocimiento estuvo asociado al hecho de que el Pentágono de los Estados Unidos anunció un plan para combatir los problemas de discriminación de género en el servicio militar y retiró la prohibición que impedía a las mujeres combatir en el terreno.

Innumerables grupos de feministas rechazan que la igualdad sea un concepto que se aplique a la guerra, no obstante, mujeres como Lucile Wise, que ama la libertad que siente en el aire sostiene que pueden hacer cualquier trabajo para el que estén capacitadas y que eso incluye participar en el combate.

La participación de las mujeres en la aviación comenzó pilotando los aviones militares de las fábricas a los puntos de embarque, realizaban algunos vuelos transportando a oficiales de alto rango; entonces las mujeres volaron más de 90 millones de kilómetros en todos los aviones utilizados en la flota estadounidense y según cifras de la Universidad de la Mujer en Texas 38 de ellas murieron.

Al terminar el conflicto bélico no hubo reconocimiento alguno para la participación de las mujeres y se generaron actitudes adversas hacia ellas por parte de los hombres que las veían como competidoras, ellos eran los héroes, y el Congreso norteamericano rechazó reconocerles a ellas el status militar y guardaron silencio.

Hacia los años setentas se anunció que por primera vez el ejército estadounidense tendría mujeres al mando de aviones militares, lo cual era falso, y las que había participado como pilotos en la II guerra mundial se percataron de que estaban siendo relegadas y se organizaron para que su papel en el mundo no fuera olvidado, décadas después lograron ser reconocidas como veteranas y se les otorgó la medalla de oro del Congreso.

Samantha Weeks, Lucile Wise, Lucile Wise, Jean McCreery entre otras supieron sobreponerse a la discriminación y a todo tipo de impedimentos y hoy son un ejemplo porque supieron lograr sus sueños y hacer historia.

Tengo que confesar que soy antibelicista, estoy rabiosamente contra las guerras, trabajo por la paz, pero eso no me impide reconocer la valentía de las mujeres que han abierto brechas y han superado la exclusión.

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