El retiro

Comencemos por lo indiscutible, lo obvio, todo tiene un principio y un fin, pero no deja de ser desolador, lastimoso que personas de gran valía e inigualable talento tengan que abandonar el espacio público y la docencia universitaria.

Figuras como el estadounidense Noam Chomsky son refulgentes y diáfanas, en un mundo enloquecido por la mercadotecnia y el universo digital, Noam ha estado al frente de los movimientos sociales al menos durante 60 años para dar su opinión crítica sobre la guerra de Vietnam; denunció la inmoralidad, la deshonestidad de los presidentes de su nación, Richard Nixon, Ronald Reagan y Donald Trump; el filósofo Chomsky sin detenerse ha enfrentado siempre a los demonios del capitalismo sin importarle los epítetos, los calificativos siempre ha tenido la energía de superar los problemas que surgen de sus convicciones.

Noam Chomsky, definió como, “la máxima infame de los amos de la humanidad, todo para nosotros y nada para los demás”, y consideró que esta voracidad intrínseca al sistema capitalista está detrás de la intención de Donald Trump de poner un muro entre México y Estados Unidos: la ganancia inmediata con sus electores, sin importar el costo.

Al analizar las políticas de Trump, Chomsky encontró similitudes en el ascenso con Hitler y Mussolini. “Es parte de la condición natural en la que se trata de maximizar el beneficio a corto plazo para ti mismo, pero sin que te importe para nada cuáles son los efectos para otros de las futuras generaciones y para la supervivencia del mundo”.
El filósofo afirma que cuando se negoció el TLC era muy claro que los eficientes campesinos mexicanos quedarían arruinados y huirían a los Estados Unidos porque les sería imposible quedarse en México.

Chomsky confía en que el cambio social contra el capitalismo es un sistema feroz que será enfrentado por los jóvenes, implementado a la fuerza y que ha modificado la forma en la que se organiza la sociedad; el filósofo piensa que la ética capitalista que prevalece en el mundo en la cual los poderosos toman decisiones sin considerar a los otros, tiene que ser arrancada de raíz.

El filósofo Chomsky representa la conciencia crítica que reflexiona y critica sobre la xenofobia, los nacionalismos, la exclusión, el terrorismo y el miedo económico.

El maestro de 90 años abandona el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el MIT. Toda su vida ha aparecido en una agitación permanente y ahora el profesor se va a vivir a los confines del desierto de Sonora, en Tucson, a más de 4.200 kilómetros de Boston, él ha estrenado un despacho en el Departamento de Lingüística de la Universidad de Arizona. Ese centro es uno de los pocos puntos verdes de esa ciudad. Fresnos, sauces, palmeras y nogales crecen en torno a un edificio de ladrillo rojo donde todo queda pequeño pero resulta acogedor. Por las paredes hay fotos de alumnos sonrientes, mapas de las poblaciones indígenas, estudios de fonética, carteles de actos culturales y al fondo del pasillo, a mano derecha, el despacho del mayor lingüista vivo Chomsky.

Para el distinguido filósofo Trump ha liberado consciente y deliberadamente olas de racismo, xenofobia y sexismo que estaban latentes pero que nadie había legitimado por lo que lo considera un legitimado demagogo.

Chomsky, además de de lingüista, filósofo, politólogo y activista es una de las figuras más destacadas por su crítica al capitalismo contemporáneo por lo que él mismo se ha definido como un anarquista.

Actualmente, a sus 90 años, Chomsky es considerado como el más importante de los pensadores contemporáneos, podemos estimar su vida como un ejemplo para quienes pensamos que este mundo está al revés y que hay mucho que cambiar.

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