A un escalón de caer en default, Moody´s baja calificación a PEMEX

Pemex sufrió un nuevo ‘golpe’ el viernes cuando Moody’s bajó la calificación de la petrolera, que pasó de B1 a B3 con perspectiva negativa.

La razón se debe al deterioro de su calidad crediticia. “La baja a B3 incorpora el deterioro de la calidad crediticia intrínseca de Pemex, así como la revisión del supuesto de Moody’s con respecto al apoyo que recibe la compañía del gobierno, el cual pasó a alto desde muy alto”, según explicó la calificadora.

La calificación B3 se considera como altamente especulativa, por lo que dejaría a Pemex a un escalón de ser considerada de Riesgo Sustancial de incumplimiento.

Consecuencias de la baja calificación de Pemex

De acuerdo con Víctor Piz, columnista de El Financiero, con esta degradación, la empresa cae 6 niveles por debajo del grado de inversióny, además, implica un mensaje para el Gobierno.

Este cambio en la calificación prevé “los supuestos de Moody’s sobre una probable modificación de la voluntad de respaldar el pago de servicio de la deuda completo en los siguientes años”.

“La perspectiva negativa de la calificación B3 de Pemex refleja principalmente la expectativa de Moody’s de que, a menos que se lleve a cabo una reforma estructural en su estrategia de negocio, ‘los indicadores crediticios y la generación de flujo de efectivo’ de la empresa ‘sufrirán un mayor deterioro en los próximos tres años’”, explica Víctor Piz en su columna de este sábado.

Pemex sufrió un nuevo ‘golpe’ el viernes cuando Moody’s bajó la calificación de la petrolera, que pasó de B1 a B3 con perspectiva negativa.

La razón se debe al deterioro de su calidad crediticia. “La baja a B3 incorpora el deterioro de la calidad crediticia intrínseca de Pemex, así como la revisión del supuesto de Moody’s con respecto al apoyo que recibe la compañía del gobierno, el cual pasó a alto desde muy alto”, según explicó la calificadora.

La calificación B3 se considera como altamente especulativa, por lo que dejaría a Pemex a un escalón de ser considerada de Riesgo Sustancial de incumplimiento.

También considera que la baja en la calificación de la petrolera impone un nuevo reto para el Gobierno de México no solo en lo que resta de este sexenio, sino también para la próxima administración, debido a que se debe asegurar la viabilidad de Pemex a largo plazo.

Según Víctor Piz, otra de las consecuencias es el riesgo para sostener las finanzas públicas y la calificación crediticia.

La última revisión que había hecho Moody’s a la calificación de Pemex fue en julio de 2022, cuando pasó de Ba3 con perspectiva negativa a B1 con perspectiva estable.

El Economista
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