¿Quién sigue?
Debe irse hasta las últimas consecuencias en el caso “LadyCobijas”. Una renuncia solo cobra la cuenta política pero no repara el daño financiero, ni agota el tema penal. Muchos cientos de millones han sido robados, disfrazados de fantasma… para que desparecieran de la tesorería, y luego, aparecieran en cuantas personales. Solo de María Esther Monsiváis, se presumen más de mil millones fantasma, que se irán documentando o ya están y se irán publicando.
¿Y quién sigue en renunciar, en recibir juicio y castigo; de entre “tanto leal a Moreira”, (coludidos y enriquecidos, prestanombres y cómplices o, “fingidos y reales socios y propietarios de empresas fantasma”): Chema Fraustro, Ismael Ramos, Chuy Ochoa, David Aguillón, Armando Luna, Homero Ramos, Goyo Pérez Mata, Julián Montoya, Pepe Vega, el Grupo Hidalgo?
Cosas mayores.
Y estamos hablando solo de los fraudes y el peculado (delito grave por el que deben fincárseles responsabilidades), pero ¿y los multiseñalados vínculos con el crimen, y los sobornos que se dice recibieron, prestándose de intermediarios, del Ingeniero y sus negocios, de un cartel y sus jefes, con su patrón en el gobierno; (ventilados en la Justicia de Texas, en la Justicia española, en demandas ante La Haya de Holanda y ante la lerda PGR, y destacado por medios internacionales y algunos nacionales)?
Canacintra justifica fantasmas.
Mala pata la de quien subió a la silla voladora a Jaime Guerra Pérez, presidente de Canacintra Sureste. Le hicieron creer que puede ser relevo en la secretaría de fomento económico, y desde entonces, es más priista que los tricolores y es más moreirista que la mamá de Los Moreira.
Tocó el tema de las empresas fantasma y de ellas, la estrepitosa renuncia de María Esther Monsiváis. Y ¿qué creen que atinó a razonar ante los medios, el flamante “líder empresarial”? Dijo que como Ismael Ramos, secretario de finanzas, ya dijo en el congreso que las empresas si están legalmente constituidas, pues que ese tema ya está aclarado.
Que ilusa la señora Monsiváis Guajardo, como no contrató a Guerra Pérez de asesor, y se hubiera evitado la vergonzosa salida por la puerta de la trastienda. Y que iluso Rubén Moreira, hubiera mandado al Ingeniero Guerra a mentir al congreso, (para que evidenciar tanto al limpia cloacas oficial, en su cínica y ridícula “comparecencia”).
¿En Coahuila no pasa nada?
Otra vez las mentiras, la simulación, la imagen falsa de que aquí no pasa nada. Y claro que pasa, Coahuila y en especial su gobierno, se cae a pedazos. La estrategia de siempre: que el gobernador salga en fotos quemadas, viejas, con actores del gobierno o la política, sonriendo. Que su opaco gabinete mande tuits intrascendencias, pero muchos. Que “sus mareados” como el presidente de Canacintra o sus alcaldes corrompidos (Purón, Richi, Gabriela Osuna, Riquelme), lo defiendan. Que aparezca cortando listones o inaugurando algo, en algún punto lejano de la geografía. Patético caso.
Ganó Trump.
Una elección apretada desde su inicio, una sociedad norteamericana claramente dividida. La visión sobre quien es Trump, no es igual, de este y de aquel lado. Lo sectario, lo anti migrante, los misógino y prepotente de la personalidad de Donald, no es un problema mayor para los estadounidenses. En cambio, los correos personales de Hillary, que “se usaron para información de seguridad nacional”, pesaron tanto o más que la personalidad extrema de su rival.
Al final, apretado o no, dejando descontentos a muchos; ¡GANÓ TRUMP! Los mercados mundiales ya recienten, desde anoche, los efectos de la amenaza hecha realidad. Las comunidades: de latinos, musulmanes y negros, no duermen desde ayer. Los mexicanos nos desplomamos anoche, al ver la numerología que alejaba a Hillary del triunfo. Lo hicimos a la par del dólar interbancario que derrumbaba al peso (20.55 pesos por un dólar, la paridad a las 12 de la noche).
Ganó Trump. Pero no se olviden de las empresas fantasma y de la renuncia de Marucha Monsiváis, la “LadyCobijas”. Faltan muchos por irse, …y Moreira, ¿cuándo?
COLUMNAS de MÉXICO… “Con ética y honestidad: Otra historia se escribe. Otro México se cuenta.
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