A Juárez

A Juárez. Juárez, Juárez, tu eximia figura Fue dejando una estela de honor, en la historia, tu nombre sublime ¡Brilla siempre con gran esplendor! Son tus hechos y eternas victorias Que trascienden a gloria y honor, Pues es grande y sublime tu gloria ¡Porque fuiste un gran redentor! Consagraste tu vida en la Patria Desterrando … Leer más

Rubén Darío. Que el amor no admite cuerdas reflexiones

Señora, Amor es violento, y cuando nos transfigura nos enciende el pensamiento la locura. No pidas paz a mis brazos que a los tuyos tienen presos: son de guerra mis abrazos y son de incendio mis besos; y sería vano intento el tornar mi mente obscura sí me enciende el pensamiento la locura. Clara está … Leer más

Solidaridad. Gonzalo Tejeda IIIB

La solidaridad es un regalo, La puedes disfrutar tú solo, Pero con alguien lo disfrutas mejor. El solidario puede tener poco para dar, Pero recibe mucho más. El solidario puede no estar, Pero nadie lo olvidará. El que no es solidario tiene alegría falsa, Por el que no es solidario nadie pelea, Con el que … Leer más

Amor de Enero. Delfina Acosta

Ya son las altas horas de la noche. Un pájaro espectral el vuelo alza. Se hunden sus graznidos como piedras en las heladas aguas de mi alma. Al monte me llevaba algunas tardes mi amante, y tras su sombra aleteaba. ¡Los besos como llaves diferentes para mi amor de enero y rosas blancas! Después aquel … Leer más

Alfonsina Storni. Queja

Señor, mi queja es ésta, Tú me comprenderás; De amor me estoy muriendo, Pero no puedo amar. Persigo lo perfecto En mí y en los demás, Persigo lo perfecto Para poder amar. Me consumo en mi fuego, ¡Señor, piedad, piedad! De amor me estoy muriendo, ¡Pero no puedo amar!

Soledades. Antonio Machado

Hacia un ocaso radiante caminaba el sol de estío, y era, entre nubes de fuego, una trompeta gigante, tras de los álamos verdes de las márgenes del río. Dentro de un olmo sonaba la sempiterna tijera de la cigarra cantora, el monorritmo jovial, entre metal y madera, que es la canción estival. En una huerta … Leer más

El doctor. Enrique Cisneros

Jué en un rancho de la sierra, allá en la revolución cuando quedaban los muertos pudriéndose bajo el sol. Nos llegó la peste un día, quen sabe de’onde llegó, Que’ra la fiebre española, la gente ansí la llamó. Y que se muere don Chon, don Chon el enterrador. Lo vino a ver don Zenaido, que … Leer más