Si yo te amara, amor. Fray Jerónimo Verduzco

Si yo te amara, Amor,
con el Amor con que te amas a Ti mismo,
con un Amor oceánico y eterno, vertical y mayúsculo,
desgarrado y magnífico…
Si yo te amara, Amor,
en la paz de la cumbre y en el pavor oscuro del abismo,
en el triunfal estrépito de la sorda cascada,
en el incendio rojo del crepúsculo herido,
en el verde esplendor de los álamos trémulos,
en el beso impalpable de un pétalo caído…
Si yo te amara, Amor,
cuando aúlla, como lobo salvaje, el afiebrado instinto;
cuando el crimen asoma como pus
en la podre, y la llaga, y el prostíbulo;
cuando el odio levanta sobre el hambre
el espectro hecatombe de la hoz y el martillo;
cuando la cruz, igual que esposa inquieta, espera en la colina
la lumbre del abrazo y los besos de sangre del martirio…
Si yo te amara, Amor,
sobre el sueño, y la sangre, y el delirio,
sobre todo mi ser que se derrumba, si Tú no me levantas
del abismo de la nada, oh Altísimo,
sobre todas las nadas y los todos,
sobre todas las cosas y los símbolos…
Si yo te amara, Amor,
yo no sería el yo de mi egoísmo,
y enamorado de Tu Amor sin sombras y sin límites,
yo sería Tú, sin dejar de ser yo, porque Tu Amor y el mío
no serían dos amores, dos ansias, dos incendios,
dos unos divididos,
sino un amor oceánico y eterno, vertical y mayúsculo,
desgarrado y magnífico…
Si yo te amara, Amor,
¡qué amor el mío!

Nota.

Este poema del coahuilense Fray Jerónimo Verduzco se supone dedicado a la Virgen de Guadalupe, a quien le guardó siempre, especial y respetuosa devoción.

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