Revive pandemia el servicio postal en Saltillo

Se incrementa en un 160 por ciento el envío de cartas; son las personas de la tercera edad las que utilizan este servicio.

Durante la pandemia se apilaron sentimientos y lejanía; el aislamiento hizo que pese a las redes sociales y la internet, volviera la añoranza por las cartas.

Tan solo en la oficina central del Servicio Postal Mexicano, de recibir 50 cartas al día, se pasó a 130, desempolvando también los casi extintos apartados postales.

La nostalgia volvió al Servicio Postal de Saltillo. Entre las envolturas de cobranza y mensajería, los carteros sostienen en sus manos sobres con estampillas y sellos, como hace tiempo no lo hacían. 

Esta cifra también desempolvó al menos 50 de los 150 apartados de correo, pequeños cajones de metal que conservan la mensajería de quienes alquilan el espacio en el Servicio Postal para acudir por ellas después.

ROMPE EL INTERNET

Durante la época de oro, las cartas de amor o charlas entre quienes las escribían y hasta la década de los 70 y principios de los 80, fueron la principal actividad del Servicio Postal, cuando en 1990 golpetea al correo tradicional el surgimiento del internet.

“Cuando los sistemas tecnológicos permiten enviar fotografías, videos y textos en un periodo mucho menor al del traslado de una carta, comienza a decaer tanto la fabricación de postales como el envío de cartas como un medio de comunicación”, expresó Recio.

Lo cual permanece hasta el día de hoy, consideró, sobre todo ante el culto de la urgencia, deseamos tener una respuesta y saber que el mensaje enviado haya llegado a su destino lo más pronto posible.

Foto: Ana Luisas Casas

Foto: Ana Luisas Casas

NO MORIRÁ

Sin embargo, asegura el historiador, el Servicio Postal no corre riesgo de morir. La espera, la emoción de recibir, la experiencia de tener una reliquia que estuvo en manos de otra persona nunca desaparecerá por la calidez de recibir algo dedicado con puño y letra.

Lo que en confinamiento hace de ese tiempo de espera, una respuesta a la necesidad de expresar y sentir afecto de manera tangible.

Vanguardia

Compartir