El PAN sin La Unidad, no es opción.

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Nubes grises empañan el cielo azul del PAN Coahuila y desafían su cohesión. Esto es natural ante la sed de democracia, de alternancia y de gobiernos honestos, que tantos piden: para que cambie la cara a este Coahuila tan querido y tan desbalijado. El papel del PAN, como una oposición que tiene la oportunidad histórica de hacer frente al monstruo que nuevamente amenaza la paz y la decencia, está en juego.

La hora de la unidad debe ser esta. Una sola pregunta debe esclarecer las mentes de los actores principales en esta epopeya, (pero solo si ellos son honestos en los sentimientos que mueven su lucha y son conscientes en lo que preminentemente es importante: ¡Coahuila y la sociedad coahuilense!:

¿A quién beneficia una ruptura de la oposición al régimen, a esta hora; a quien beneficia un PAN dividido y distraído en temas personales; a quien le beneficia un voto dividido que inhiba una competencia seria y honesta; a quien le beneficia que el infame estado de las cosas siga igual (devastando a esta noble sociedad); a quién beneficia seguir conservando el poder… para poder continuar el saqueo, para arraigar el crimen institucionalizado?

Respondan la pregunta y en un honesto acto de contrición, decidan por Coahuila.

La crónica.
Carta de Luis Fernando Salazar.
Hace algunas horas, uno de los contendientes en el Partido Acción Nacional, el senador con licencia, Luis Fernando Salazar Fernández, en la víspera de la decisión de su partido para la candidatura a la gubernatura (entre el 16 y el 19 de enero), “rompe el silencio acordado y la disciplina intrínseca”, y emite un comunicado que reta la unidad y pretende descalificar al árbitro (todo abierto a la opinión pública y todo, abonando a que los enemigos de su marca política, auspicien, usen y magnifiquen el episodio, para dañar de fondo la unidad partidaria y amargar el, hasta ahora trasparente proceso interno.

Carta de cinco aspirantes.
Ha trascendido también, que los cinco aspirantes, compañeros de Luis Fernando, firman juntos una carta de unidad, y otras individuales. En ellas, aseguran que nada amenaza al proceso interno y que la prioridad está clara: Coahuila y su futuro, avalado “por una candidatura de unidad; honesta, del panismo coahuilense”. Exhortan afectivamente, a Salazar Fernández a dejar de lado posturas individuales y sumarse a la decisión del CEN; cualquiera que sea, en aras de no empañar “el camino a la alternancia (que aseguran conseguirán con el voto mayoritario de la sociedad coahuilense, el 4 de junio próximo)”.

Conclusiones.
El daño al PAN puede ser tan fuerte o tan menor, como los seis aludidos decidan. El público simpatizante, no tiene la culpa de que las prioridades estén de cabeza en algunas mentes distraídas. La sociedad esperanzada en un cambio real, tampoco.

El rol del partido, de Bernardo González Morales, es vital en esta hora. Un sesgo dará el golpe final al proceso interno. Quienes conocen al líder albiazul, hablan de su congruencia y honestidad, esas características deberán ser su formal cara frente a este “obstáculo temporal”.

El CEN debe atender de inmediato este tema. La unidad, existe o no, no caben medias tintas. La guerra apenas empieza y estos titubeos, dan herramientas para el saboteo, a los desprestigiados (que sacarán ventaja de cualquier resbalón). Atención especial debe poner el CEN en que la carta de Luis Fernando no descalifique al árbitro, que no dañe la solvencia del evaluador y que no dañe la unidad, dividiendo a los contendientes. Esfuerzos que el CEN ha cuidado.

La misiva del señor Salazar, parece tener dedicatoria a Guillermo Anaya Llamas, pero es dura contra varios, incluso contra su compañera senadora Silvia Garza por el solo hecho de no pedir licencia al cargo. A nuestro parecer editorial, este golpeteo innecesario y peligroso, beneficia a un contendiente (aun sin pretenderse): a Isidro López Villarreal, al ser la imagen más cercana a la unidad partidaria.

La moneda parece estar ya en tierra. ¡el Pan sin unidad, no es opción!

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