Múzquiz. La bandolera del desierto

Hay cosas de la política que son espantosas, la hipocresía reina en las vedettes del ambiente; se odian cuando compiten, se abrazan cuando los auditan.

Una mujer extraña llegó a la alcaldía de Múzquiz, se llama Tania Vanessa Flores Guerra. Hija de un viejo vaquero dedicado a la ganadería, a pequeña escala. Chilo Flores (QEPD).

Ella, su mamá y sus hermanos (María Elena Guerra, Antonio y María Elena Flores Guerra), empezaron a operar pocitos clandestinos y luego tajos abiertos. Lograron ser prestanombres de políticos y así, obtuvieron contratos millonarios de la CFE para surtir carbón a las carboeléctricas de Nava, Coahuila.

El fantasma de la asociación delictuosa y el lavado, ha rondado y ronda sus negocios de los últimos años.

Ambiciosa y rijosa

Con un perfil bajo, hasta de docilidad, así se presentaba Tania en su primera inclusión política donde pierde la elección de alcalde y de compensación obtiene una regiduría plurinominal. Esa simple regiduría le bastó para perder el piso.

Ya entonces, una Tania inflada despreciaba a Lenin Pérez su hacedor político, y a la Unidad Democrática de Coahuila (UDC); ya se veía en MORENA. La UDC la hizo diputada, ya se le olvidó y a Lenin todos lo traicionan.

Llegó a la Presidencia Municipal de Múzquiz la ¡bandolera del desierto!, echando el caballo encima a toda entidad y asociación que no se sometiera a sus designios de diva rural. Cerró el Museo de la Ganadería en una rabieta, desarticuló el Rastro y se enfrentó a la Asociación Ganadera (todo el pueblo es ganadero o minero, o vive de ellos).

Meses enteros peleando contra todo y contra todos, en los intermedios; Tania, parientes y asociados guapitos, robándose hasta las herraduras de los jamelgos (camiones de basura, pipas, recicladoras de pavimento, haciendo obras con su propia constructora, factureras y fantasmas y etcétera).

Enriquecidos y sin llenadera 

Dos años de Tania en la alcaldía, enriqueciéndose y haciendo gala del mayor cinismo, en dupla con Tony, otro divo, moneando y otro sinvergüenza.

Las elecciones de gobernador de junio de este año fueron aleccionadoras en cuanto a la doble moral de los Flores Guerra. Tony apoyando al PT y a Mejía Berdeja, Tania abrazando a Armando Guadiana pero cerrándole el ojo a Manolo Jiménez.

Tony es diputado local electo, plurinominal, Tania sigue siendo alcaldesa por MORENA y sueña con ser diputada federal o senadora y dejar a la hermana de alcaldesa. Jajá, y odiando al PRI.

Espectáculo

Ayer dieron un espectáculo de besos y abrazos, evidentes y sonoros, de toda la familia Flores Guerra que hizo valla a Miguel Riquelme que por fin fue Múzquiz, le resultaba repulsivo junto con Tania.

¿Qué cambió?, con razón se preguntarán, resulta que todo el mes se han publicado en medios, pagados del gobierno y hasta los independientes, las corruptelas extremas de Tania y Tony.

El gobierno estatal, del PRI, amenazó con revisiones a la Cuenta Pública del Ayuntamiento y: ¡Magia, la valla, los besos y los abrazos de los Flores Guerra a Riquelme! Miguel… “se dejó querer”.

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