Los Efectos.

Vamos a imaginar un poco. Corre el año de 1985, El muchacho había llegado temprano a la convocatoria de la empresa que requería de un soldador especializado y después de la excelente entrevista por la que el reclutador se mostraba contento, continuó con la exploración física en la que fue rechazado por el médico, debido a que tenía varios tatuajes en el cuerpo, no detectables en la primera charla. El resultado, la empresa y el candidato debieron de seguir buscando.

Bajo diversos paradigmas, los criterios de rechazo de candidatos han tenido una evolución considerable y lo que en el pasado nos detenía a una encontrar talento, hoy tiene un tratamiento muy distinto.

Sin embargo hay una constante que se presenta en nuestros días y deviene del fácil acceso a las sustancias tóxicas, que perjudican el ingreso y más allá, de la contratación, la permanencia en el empleo.

Bajo un esquema de protección a la integridad de las personas y de acuerdo al contenido de la Ley Federal del Trabajo, que establece la obligación de realizar exámenes periódicos de salud, los exámenes de nuevo ingreso voluntarios incluyen el famoso antidoping.

El resultado a los niveles de personal directo de operación, es realmente sorprendente, ya que bajita la mano, al decir de mi abuelo, un 27% promedio nacional de los candidatos, aparece positivo en la prueba.

Los usos más comunes de sustancias toxicas refieren a los famosos tramadoles, la piedra, mariguana y otros derivados, cuyo valor comercial es bajo y de fácil adquisición, aun cuando sus efectos secundarios sean de mayor impacto en la salud.
Solo para tener una idea de la problemática a la que se hace referencia, mencionan los Centros de Integración Juvenil, en su reporte 2017, que en el anterior año ,fueron atendidos 436 mil personas con problemas de drogadicción en sus diferentes centros y que por sectores corresponde el 9% al laboral, es decir 39,240 personas.

Por otra parte, el Consejo Nacional de las adicciones menciona que en los últimos 7 años, el consumo aumentó en un 47%, llevando la contabilidad de al menos 8 millones de mexicanos de entre 12 a 65 años, han consumido algún tipo de sustancia tóxica.

Hoy día se puede hablar de un problema de magnitud, el rechazo laboral por consumo de droga, que afecta invariablemente a la dinámica social y el acceso al talento también por parte de las empresas.

La otra variable de esta situación opera a través de la posible aplicación del término de discriminación laboral al rechazo de un candidato que consuma, cuando la misma Ley federal del Trabajo establece el uso de droga al momento de laborar como una causal de rescisión y un despido justificado.

Para instituciones como el CONAPRED por ejemplo, la exclusión de la oportunidad de trabajo significa un acto de discriminación y aislamiento, sin embargo estas opiniones no ofrecen ninguna opción al usuario de drogas para efecto de que mediante la rehabilitación, pudieran obtener una especie de certificado a fin de ser partícipes de una oportunidad laboral condicionada a la no reincidencia.

Del otro lado del muro ,según datos de la revista US Workers, hoy día hay casi 6 millones de puestos vacantes de trabajo en Estados Unidos y la tasa de desempleo, en 4.1%, está en su nivel más bajo en 17 años. Pero la proporción de personas que trabajan o que buscan trabajo todavía no se ha recuperado a los niveles previos a la recesión.

La publicación señala que parte del problema es el aumento en el uso indebido de analgésicos recetados, parcialmente responsable de las 64,000 muertes por sobredosis de drogas en 2016, que ha incapacitado a miles de personas en edad de trabajar que los empleadores estarían ansiosos por contratar. Y esto está preocupando a los funcionarios en los niveles más altos del gobierno. “Contener la crisis de opioides es de vital importancia para garantizar una tasa de empleo estable o creciente entre las personas en edad de trabajar”, escribió el Consejo de Asesores Económicos del presidente de Estados unidos, Donald Trump, en su informe económico anual.

La paradoja es simple, al ritmo de solicitantes de empleo que llevamos en el país, que hacen uso de sustancias tóxicas, la tendencia será a la alta y por ende, mientras no se modifique la ecuación de restricciones legales por las de opciones basadas en la solidaridad y el refugio, la situación continuará dejando talento fuera de las empresas. Winston Churchill, escribió un día: “Un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; un optimista ve la oportunidad en cada dificultad”.

Compartir