Los 2 sentidos no conocidos del organismo humano

Cuando hablamos de los sentidos normalmente pensamos en los 5 que conocemos (vista, olfato, oído, tacto y gusto). Además de estos cinco existen otros dos esenciales llamados: vestibular y propioceptivo.

Las experiencias incluyen tacto, movimiento y tirón de la gravedad, consciencia de nuestro cuerpo, visión, ruidos, olor y sabor. Los tres sentidos llamados “los cercanos” son el propioceptivo, el vestibular y el tacto, ya que siempre están activos y sin ellos no seríamos capaces de funcionar.

Mantenernos a salvo

El gusto está estrechamente relacionado con el olfato. Nos permite reconocer cinco sensaciones básicas: dulce, agrio, salado, amargo y umami (sabroso). No seríamos capaces de percibir el sabor sin este sentido sólo basándonos en textura, temperatura u olor. Su finalidad es mantenernos a salvo de comer o beber cosas que estén en mal estado o que sean tóxicas.

Las experiencias incluyen tacto, movimiento y tirón de la gravedad, consciencia de nuestro cuerpo, visión, ruidos, olor y sabor. Los tres sentidos llamados “los cercanos” son el propioceptivo, el vestibular y el tacto, ya que siempre están activos y sin ellos no seríamos capaces de funcionar.

Una respuesta emocional

El sistema olfativo trabaja todo el día, pero generalmente no lo notamos a menos que algún olor nos produzca una respuesta emocional o de conexión. El olfato está directamente ligado a nuestra memoria y puede afectar nuestro humor. Es necesario este sistema para detectar cosas tóxicas y nocivas.

La habilidad de escuchar

La audición tiene la habilidad de procesar sonidos de nuestro entorno y de recolectar la información del mismo. No es solamente la capacidad de oír, sino la habilidad de escuchar, lo que nos permite interactuar con nuestro ambiente y darle sentido a lo que oímos. Un buen sistema auditivo nos ayuda a filtrar qué sonidos son importantes para reaccionar adecuadamente y cuáles debemos ignorar para poder atender. Permite comunicarnos y es lo que hace que seamos seres sociales. Está relacionado con la memoria y la secuencia a través de comparar y contrastar los sonidos y asociarlos a símbolos particulares como letras y números, pero sobre todo es imprescindible para poder prestar atención.

La capacidad de interpretar

Es fundamental distinguir lo que significa ver y en qué consiste la visión. Ver simplemente ocurre en nuestros ojos, mientras que la visión es la capacidad de interpretar lo que nuestros ojos ven. Hay que poder interpretar adecuadamente lo que vemos para poder navegar a través del espacio, comprender símbolos como letras y números, descifrar las imágenes y diferenciar las cualidades entre ellas, aunque éstas se presenten de manera distinta. La visión adecuada es imprescindible para el aprendizaje académico, así como también apoya a los otros sentidos para ayudarnos con la coordinación, equilibrio y ajustes posturales..

El órgano más grande del cuerpo

La piel es el órgano más grande que tenemos en nuestro cuerpo y aunque siempre asociamos el sentido del tacto con tocar, realmente va más allá porque siempre está activo debido a que todo el tiempo tenemos una parte de nuestro cuerpo en contacto con algo. Este sistema tiene dos funciones: la primera es de protección: para poder detectar si lo que nos está tocando es amenazador o no para poder reaccionar adecuadamente. La segunda función es la discriminatoria: una vez que hemos reaccionado podemos ponerle cualidades a lo que hemos sentido y localizar dónde se ha producido.

Nos ayuda con el control postural

El sistema vestibular se compone de un aparato pequeño localizado en nuestros oídos internos, que nos informa dónde está nuestra cabeza en el espacio, nuestra direccionalidad y la velocidad con la que nos movemos.

Este sistema está involucrado con nuestro estado de alerta y nuestro equilibrio. Nos permite seguir un objeto con los ojos sin necesidad de mover la cabeza lo cual es importante para la lectura y para poder mantenernos sentados sin necesidad constante de movimiento, ya que nos ayuda con nuestro control postural.

Nos ayuda a regularnos

La propiocepción se adquiere a través de los músculos y articulaciones de nuestro cuerpo. Este sentido nos indica dónde se encuentran los miembros de nuestro cuerpo sin necesidad de ver. Por ejemplo, cuando utilizamos una cuchara para comer, no necesitamos mirar la cuchara, ni sentir nuestra boca para lograr introducirla en ella.

Además, nos permite planificar movimientos, graduar la fuerza que aplicamos a los objetos, como la presión que empleamos con un lápiz, e incluso nos ayuda a regularnos.

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