La honestidad mejora tu vida

Dentro de nosotros existe una llama que sueña con cambiar al mundo. Deseamos aportar nuestro granito de arena para crear un lugar mejor para nuestra familia y seres queridos.

Por lo general, tendemos a mirar hacia afuera: queremos hacer el cambio en las calles, pero olvidamos que todo empieza desde casa. Con acciones pequeñas podemos sembrar semillas que den bosques. Una forma de lograrlo es a través de la honestidad.

Para entender el poder que tiene la honestidad, tenemos que empezar por definirla. La honestidad es el valor que nos permite vivir una vida congruente, es decir, que lo que pensamos, sentimos y hacemos está en sincronía. Una persona honesta sabe diferenciar entre lo que está bien y mal y actúa con base en valores inclinados al bien común.

Una persona honesta siempre apoyará la verdad, justicia y amabilidad; actuará en dirección a ellas. Desde su vida privada hasta la pública, ya que una persona honesta actúa con rectitud aunque nadie esté viendo. Ahí se encuentra su valor: es un acto que no busca gloria, ni aplausos de los demás, sino que anhela el bien de la comunidad.

Nuestra casa es el hogar de la honestidad, es donde nace, crece y se esparce. Si desde el espacio que nos toca no solo practicamos la honestidad, sino que la vivimos y la contagiamos a los demás, crearemos una familia honesta. Al vivir bajo el valor de la honestidad nuestros hijos replicarán nuestras actitudes: los niños aprenden con el ejemplo.

Es importante enseñarles a nuestros hijos que un comportamiento honesto genera buenas amistades. Ser una persona honesta es esforzarse por hacer algo útil en beneficio de los demás, sin esperar nada a cambio. Busca tiempos en los puedas escuchar a tus hijos con completa atención. Tener estos espacios fomenta una relación más linda y cercana con ellos.

Al vivir la honestidad en familia llenaremos de luz el rinconcito de México que nos toca. Además, inspiraremos confianza a los demás en las diferentes áreas de nuestra vida, ya sea con nuestros seres cercanos o en el trabajo.

Mejoraremos nuestros lazos y relaciones y nuestros hijos aprenderán que actuar con honradez es la mejor forma de llevar su vida.

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