Los mandatarios de los 27 países de la Unión Europea (UE) cerraron este viernes una cumbre de dos días en Bruselas sin poder superar las divisiones y el bloqueo impuesto por Hungría y Polonia a un entendimiento sobre la delicada cuestión migratoria.
Por esa diferencia aparentemente insalvable, las Conclusiones de la cumbre no hacen ninguna mención a la discusión del asunto. En cambio, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, emitió una nota en su nombre con detalles de las posiciones presentadas.
El punto de discordia es el pacto alcanzado en junio por los ministros de Interior de los países de la UE para reformar el sistema de recepción de migrantes y concesión de asilo, un acuerdo que se alcanzó con mayoría cualificada y no por unanimidad.
En la reunión de líderes el jueves, Hungría y Polonia argumentaron que esa opción era inaceptable, y adelantaron que bloquearían cualquier redacción de las Conclusiones de la cumbre a menos que se considerase la demanda de unanimidad.
Ese acuerdo, que aún debe ser negociado con el Parlamento Europeo y los Estados el bloque, determina que los miembros deben acoger un cierto número de solicitantes de asilo llegados a los países con mayor presión migratoria, o aportar una contribución financiera de 20.000 euros (21.700 dólares) por cada refugiado no reubicado.
La “madre” de las discrepancias
Para el jefe de gobierno de España, Pedro Sánchez, la mayor dificultad está en hallar un equilibrio entre la responsabilidad y la solidaridad entre los países del bloque, los dos pilares centrales en cuestión migratoria.
“Creo que esa es la madre de todas las discrepancias. Y también, obviamente, que asuntos tan relevantes no se decidan por unanimidad; eso ha llevado al bloqueo”, dijo el mandatario español al cierre de la reunión.
En tanto, el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, lamentó que no fuera posible conseguir entendimiento para las Conclusiones, “ya que Hungría y Polonia rechazaron todas las soluciones de compromiso”.
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, dijo a la prensa que su país pedía que se incluyera en las Conclusiones la inexistencia de las “reubicaciones obligatorias, el principio de libertad de decisión sobre la posible recepción de migrantes”.
“Como no hubo acuerdo tampoco hubo acuerdo en las Conclusiones”, señaló.
El jueves, los líderes hallaron rápidamente un terreno de entendimiento al discutir la situación en Ucrania, pero esa concordia se esfumó en cuanto empezaron a discutir la cuestión migratoria, que llevó a húngaros y polacos a imponer su bloqueo.
“Oportunidad” de diálogo con Celac
La declaración aprobada menciona en un párrafo que los líderes europeos discutieron la próxima cumbre de la UE y los países de América Latina y el Caribe, agrupados en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), prevista el 17 y 18 de julio en Bruselas, aunque la formulación adoptada no dejó mucho espacio al optimismo.
Esa cumbre “será una oportunidad para renovar y fortalecer una asociación basada en valores, historia y cultura compartidas, y acordar una agenda positiva y con visión de futuro”, señala el documento.
La idea de adoptar una un diálogo bilateral regular e institucionalmente estructurado con América Latina y el Caribe “garantizará el acompañamiento y la implementación de acciones concretas en áreas de interés común, incluyendo comercio e inversiones”.
Por su parte, Sánchez (cuyo país asumirá el sábado la presidencia rotativa semestral de la UE), defendió que era el momento de un “salto cualitativo” en la relación del bloque europeo con los latinoamericanos y caribeños.
La última cumbre entre líderes de los dos lados del Atlántico ocurrió en 2015, y desde entonces la UE se concentró en cuestiones apremiantes como el Brexit, la crisis migratoria, la pandemia de coronavirus y, más recientemente, la guerra en Ucrania.
Con relación a Ucrania, los líderes de la UE no hallaron dificultades para expresar su apoyo a ese país ante la invasión rusa, y respaldaron la idea de brindar posibles “compromisos de seguridad” a los ucranianos.
“La UE y los países miembros están listos para contribuir, con la ayuda de sus socios, a futuros compromisos de seguridad con Ucrania, que ayudarán a Ucrania a defenderse en el largo plazo”, reza el texto aprobado por los líderes.
Más allá de las intensas tratativas, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, abandonó la cumbre poco antes del mediodía del viernes para viajar de urgencia y encabezar una reunión de crisis sobre los disturbios que sacuden a su país.