Estados Unidos pierde panel automotor en contra de México y Canadá

México y Canadá le ganaron a Estados Unidos la disputa comercial sobre la interpretación de reglas de origen en la industria automotriz, una decisión que favorece a fabricantes de autopartes al norte y al sur de la frontera estadounidense.

La interpretación estadounidense de las reglas de origen automotrices es “inconsistente” con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), resolvió el panel en su fallo.

Según el T-MEC, el 75 por ciento de los componentes de un vehículo deben originarse en Norteamérica para poder beneficiarse de una exención de impuestos, pero Estados Unidos discrepó sobre cómo calcular esa cifra.

“Conforme a su resolución, el panel determinó que el T-MEC permite a los fabricantes de vehículos considerar a las partes esenciales de un vehículo terminado (motortransmisióncarrocería, etcétera) como originarias, una vez que, por separado, dichas autopartes hayan cumplido con el porcentaje mínimo de contenido regional (75 por ciento), utilizando las metodologías alternativas que el mismo Tratado establece”, detalló la Secretaría de Economía (SE) en un comunicado.

Dicho argumento era lo que México manifestaba durante el desarrollo del panel, pues consideraba que las autopartes deben ser contempladas como parte de la región Norteamérica siempre y cuando lleguen a 75 por ciento de contenido regional, sin necesidad de subir hasta el 100 por ciento.

Así como México, Canadá también argumentó que si una “pieza central”, como el motor o la transmisión, tiene un 75 por ciento de contenido regional, el T-MEC permite que esa cifra se redondee al 100 por ciento al calcular el requisito más amplio para el contenido regional de todo un coche.

Estados Unidos, en cambio, defendía que el contenido de las “piezas principales” no debía redondearse al determinar el contenido de todo el automóvil.

Hace un año, México y Canadá presentaron la queja contra Estados Unidos sobre cómo aplicar los requisitos de contenido del sector automotor con base en el T-MEC, que entró en vigor en 2020.

Ahora, Estados Unidos debe acordar con sus socios de Norteamérica cómo aplicar la decisión del panel o enfrentarse a posibles aranceles de represalia. Hasta ahora no se ha importado a través de la interpretación que hacía esa nación y que dio como argumento en el panel.

“En los próximos días, México iniciará un proceso de diálogo y cooperación con sus socios comerciales para la atención del informe final”, comentó la SE.

La decisión es “decepcionante”, señaló Adam Hodge, portavoz de la oficina de la Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), y añadió que podría traducirse en “menos puestos de trabajo estadounidenses.”

“Estamos revisando el informe y considerando los próximos pasos”, dijo. “La USTR se pondrá en contacto con México y Canadá para buscar una posible solución al conflicto.”

Por el contrario, la Cámara de Comercio de Estados Unidos le dio la bienvenida al fallo e instó al Gobierno estadounidense a implementarlo “rápidamente”.

“La Cámara acoge con satisfacción esta decisión y la certeza que proporcionará a la industria en Estados Unidos, Canadá y México”, dijo el vicepresidente ejecutivo de la Cámara, Myron Brilliant, citado en un comunicado.

En México, la Industria Nacional de Autopartes (INA) también se manifestó complacida con la resolución.

“Pasó lo que esperábamos: ganamos. Desde diciembre estábamos en esas y yo creo que en ese sentido se aplicó la lógica. Estamos muy contentos porque al final de cuentas es lo que se negoció”, dijo Francisco González, presidente de la INA, en el marco del Encuerado Empresarial para América Latina y el Caribe del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).

González subrayó que la resolución final se debe obedecer inmediatamente.

“Es cuestión de que el Ministerio de Comercio de Canadá, la Oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) y la Secretaría de Economía le den carpetazo; es una cuestión técnica de detalles.

“Podrían ponerse sanciones, pero habría que revisar, porque al final de cuentas nunca aplicó lo que quería Estados Unidos; entonces no se frenó ninguna sola de las exportaciones que se tenemos”, acotó.

La Ministra canadiense de Comercio, Mary Ng, manifestó en un comunicado que su país se alegra de ver que los mecanismos de solución de diferencias en vigor apoyan los derechos y obligaciones negociados en el T-MEC.

“La decisión es buena para Canadá y México. Demuestra que el vehículo de resolución de disputas dentro del T-MEC funciona”, señaló por su parte Flavio Volpe, presidente de la Asociación de Fabricantes de Piezas de Automóviles de Canadá

Esperan que EU acate la decisión

El sector empresarial espera que Estados Unidos respete la decisión del panel de controversia.

“La industria confederada confía que Estados Unidos respete la decisión del panel de controversias y así evitar que México y Canadá impongan aranceles punitivos a productos de EU“, manifestó la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

Esta decisión, dijo, posibilita las inversiones en la industria automotriz, las cuales se potencializarán, dado que más insumos y autopartes se van a poder incorporar en los automóviles exportados a América del Norte. En este sentido, México tendrá los beneficios de las preferencias arancelarias que otorga el T-MEC a los productos nacionales.

La resolución del panel en materia de reglas de origen automotriz fortalece la institucionalidad del T-MEC. Su cabal cumplimiento es clave para la certidumbre jurídica en la región y así continuar atrayendo inversión”, agregó, por su parte, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

La decisión se produce en medio de otra disputa del T-MEC centrada en energía que ha enfrentado a Estados Unidos y Canadá con México. Washington y Ottawa argumentan que las políticas energéticas nacionalistas del País están poniendo a sus empresas en desventaja.

Reforma
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