Esa búsqueda constante

La capacidad de asombro es reducida a la simple contemplación de las cosas, los sucesos y los mundos.             

El conocimiento de los designios del salvador de la humanidad, no solamente es el tema de la vida, sino que invade los gozos, las sombras y los tiempos.

Sembrar la fe como propósito y guía, no solamente fue su cometido, sino la redención de los ríos de pecado y sangre de lo humanamente posible. No imagino mayor búsqueda que aquella que nos lleve a encontrar el verdadero sentido de la fe y la vida.

Aquel niño nacido de la virgen, que vivió en Judea y que genero la doctrina que atrajo a los gentiles antes que a los locales, sigue siendo el instrumento para llegar a la salvación a través del amor que nunca perece.

Resulto que en los años de la segunda gran guerra, otro judío fue hecho prisionero por los nazis y se dio a la tarea de imaginar al ser humano, como aquel que tiene sed de darle tono a la vida.

Frankl, en su libro: “El hombre en busca de sentido”, establece que las personas tienen un «deseo de significado», es decir una fuerza central motivadora y presenta evidencias específicas de que la vida puede hablarnos de su propio sentido en cualquier momento o situación.

Hoy, los seres humanos vivimos en un distinto campo de concentración, en donde también se nos divide por sexo, por religión, por profesión. Se separa a los débiles de los fuertes y a los de buen corazón de los malditos.

Somos perseguidos por enemigos mortales como: la duda, la desesperanza, la traición, la falta de valores y el abandono de las tareas y las metas. Somos prisioneros de la apatía y nos cubre el manto del miedo, cuando tenemos de ejemplo el sacrificio del año 33, del Cristo que soporto el peso de los pecados de los seres humanos y dio el poder a otros para perdonarlos.

Hoy te imploro Jesús, para que paren los ríos de sangre, se destruyan las montañas de drogas y se vuelva a la sencillez de la gente de bien.

No se trata solo de sobrevivir a una realidad que día a día nos aleja más de tu salvación, por el hecho de que pocos te memoran al momento de actuar. Te pido que nunca dejemos de recordar que podemos ser felices en todo momento, porque para eso venimos o ¿Hay otra cosa?

Para llegar a este estado debemos ser persistentes y tolerantes, en tal cantidad como nos sea posible. Los mensajes fueron claros, pero nuestra naturaleza es testaruda y acomodaticia y nos conduce a una voluntad que se confunde.

A veces pienso que tus mensajes nos llegan mal traducidos, será por efectos de la atmósfera, pero pulula el sentimiento de que sufrir es lo importante, porque eso nos hace fuertes, sin embargo tu verdadera razón nos habla de bondades y fortalezas.

De acuerdo al verdadero libro, la misión del ser humano en la tierra:”es que anden en el camino de los buenos y que guardes las sendas de los justos. Porque los rectos son los que residirán en la tierra, y los exentos de culpa son los que quedarán en ella. En cuanto a los inicuos, serán cortados de la mismísima tierra; y en cuanto a los traicioneros, serán arrancados de ella”. Proverbios 21-23.

Hágase señor entonces tu voluntad, no la nuestra para generar las cosas buenas, las sencillas, las amables y libéranos la carga de la decisión y el error constante.

Pero persiste desde entonces la duda que nos condena, hacer la voluntad del creador o la que interpreta nuestra conciencia. Y sigue la búsqueda.

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