Culiacán: el retrato perfecto

Lo del jueves en Culiacán retrata perfecto al gobierno de cuarta que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Por más maromas argumentativas que quieran echar sus defensores, la incapacidad del presidente y de su equipo para dirigir los destinos del país quedó patente. Y el mundo entero fue testigo de eso.

El hecho por sí mismo es deplorable; pero se torna más grave aun cuando se le observa a la luz de la manera banal y superficial con la que el presidente ha asumido los temas de seguridad pública desde que ganó la elección. Todo ese discurso frívolo repleto de expresiones ridículas cargadas de desdén que ha caracterizado al presidente de la república hoy se regresa para golpearlo en la nuca como un bumerán.

Ni los “fuchi, guácala” ni el “voy a hablar con sus madrecitas” funcionaron, menos aún las falsas promesas como la que lanzó el 26 de abril en la que juraba que en seis meses la violencia habría disminuido. A pocos días de cumplirse el plazo lo que vemos es la realidad. Mientras se gasta tiempo confrontando a los empresarios con el consecuente crecimiento económico nulo, la delincuencia hace de las suyas y pone en jaque a las instituciones y al Estado de Derecho que el mandatario juró proteger.

El pretexto de liberar al capo para salvar vidas sólo sirve para dejar a la luz las múltiples fallas de un operativo sobre el que el gobierno ofrece versiones distintas que compiten entre sí por lo inverosímiles. La única constante es el reconocimiento explícito de que el Estado mexicano se vio superado por la delincuencia.

Que se evitó una masacre mayor es una hipótesis que no puede comprobarse, pero lo que sí es totalmente verificable es que se pactó con el crimen organizado y que al hacerlo se dejó a la deriva la dignidad de nuestras Fuerzas Armadas incluyendo a la recientemente creada Guardia Nacional.

Ahí está la verdad de un hombre que las últimas décadas se pasó criticando a todo mundo, desde la comodidad del ocio y la holgazanería. Hoy cuando tiene la mayor responsabilidad que un mexicano puede asumir se muestra que simplemente no puede.

@marcelotorresc

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