La elección de gobernador es la más atractiva en una entidad, el próximo año (el 6 de junio del 2023) se renueva la gubernatura de Coahuila (con la del Edomex), y la calentura anticipada en esta tierra norteña ya se asoma por las ventanas del PRI que anda en ilegal campaña, con candidato y todo.
Que el modelo electoral Moreira en Coahuila ya cansó hasta a los clientes de la dádiva y la coerción, desgastado, y que su agotamiento electoral tiene que ver con 16 años de robo, la asociación delictuosa y los malos modos. Esa fue una conclusión en la columna anterior (https://www.columnasdemexico.com/coahuila-tiene-opciones-1-de-3/).
Aun así, el próximo año se juegan sus negocios los secuestradores de la entidad, ahora gerenciada por uno de los esbirros del moreirato; uno dócil a sus intereses, ligero de principios y muy bajo de moral (imitador Moreira), pero con ansias locas de enriquecerse, y vean a qué grado. Al modo de sus patrones.
De Saltillo
La historia cuenta como la rivalidad entre Saltillo, ahora capital, y Torreón, pujante tierra pero separatista al grado de querer ser estado independiente, se ha acrecentado con los años. En lo político y electoral la cosa está peor y es que se juega el poder para poder, el hacer con el destino coahuilense lo que la región en el poder estatal le convenga, ganándole a la otra.
Luego de varias administraciones de saltillenses (Rubén Moreira, Jorge Torres, Humberto Moreira, Enrique Martínez), llega un lagunero al gobierno, Miguel Riquelme (y es el que la Viggiano quiso… y Rubén obedeció, mapacheó y agandallo, dejando a su gerente de negocios en el poder estatal), y ya ven cómo nos va.
Y aunque los laguneros se prepararon, y aunque Riquelme quería y los señores de La Burbuja (viejo grupo lagunero) cantaban victoria temprana, la orden de quien sí manda en el PRI fue que regresaba la candidatura a Saltillo y que Miguel y sus jubilosos paisanos, se debían rendir ante Manolo Jiménez.
¡Pero cómo!
José María Fraustro Siller, por sus lisonjas y caramelos al gobernador en turno (desde Eliseo hasta Riquelme, y destacando favores y golosinas con Enrique y con Rubén), se pensaba candidato del PRI a gobernador y no a alcalde de Saltillo.
Ah, esa ley Manola que mandó al 2035 a los del PRI que aspiren a la gubernatura (y no hayan fenecido para entonces), esa dejó muchos enojados y muchos desertores priistas en potencia.
Que intriga sería que Chema Fraustro planeara (con las tripas políticas) hacer un mal trabajo de alcalde para que Manolo pierda pisada en Saltillo. Digo, con plan y sin él, el trabajo de arranque de Chema Fraustro, en 43 días de administración, es muy malo y es que no le entiende bien a eso de ser humilde, bajar de la nube, escuchar y trabajar con la gente del barrio.
¡Ah qué cosa!, Manolo desatado y gastando en comprar votos en las otras cuatro regiones y descuidando la Sureste que le dio el supuesto hándicap saltillense, el del delfinato.
La mano
Coahuila tiene opciones, el PAN por desgracia político electoral pero por méritos propios ya no lo es, se reduce a ser comparsa del PRI en 2023 para no perder el registro. Y aun con los panistas de cepa queriendo sacar la casta, la alternativa de supervivencia es solo esa.
Cada vez la mano de Humberto Moreira se nota más en los cuadros de MORENA en Coahuila y cada vez menos la pachona de Rubén… ¿Por qué será? ¿Qué cosas cambiaron? ¿Guadiana ya no responde al Gordo Fachas por sus comunes intereses de negocio?
Y no creo que Ricardo Mejía Berdeja (hoy Subsecretario de Seguridad Pública federal, en el gabinete de AMLO), luego de años de brega y de metamorfosis partidista, sea aquel burbujo de los 80´s cuando su Papá era el eterno líder de la CNOP.
¿Resurgió Lenin con su UDC y entonces, ya las opciones no solo se reducen a un PRI-Moreira y al MORENA-AMLO?
… Continuará.