Secretos de Familia (capítulo LXXII). “El pleito con Calderón (2 de 2)”.

“Para cualquiera que fuera el paso siguiente se necesitaba el visto bueno del hermano. Para todo. No hubo funcionario público que no fuera cercano, impuesto, colocado, supervisado por Rubén. Y no es que no le diera la cabeza a Humberto, para nada, no es tontito, sino que parecía que así los habían educado. La cabeza, el pensante, al que había que escuchar era Rubén. Ese fue el inicio. Ese fue el final”. ISABEL ARVIDE LIMÓN.

Calderón recibe en Los Pinos, en audiencia a Isabel Arvide. Hablan de Los Zetas en Coahuila y del fiscal especial.

“Fui a Los Pinos, llamada por el presidente Felipe Calderón. Y ellos, que eran Rubén, pintaban bardas con la proclama de que El Presidente de Los Estados Unidos Mexicanos era un retrasado mental y un borracho. Era, también, la persona que había autorizado que 200 militares, en su mayoría en situación de retiro, fueran comisionados en funciones de seguridad pública. Con total apoyo de la SEDENA. Pero el rompimiento, debo admitirlo, si bien comenzó con mi recordatorio permanente de que Calderón era, también, comandante supremo de las fuerzas armadas, se hizo horripilante por la permanente reyerta sobre Jesús Torres Charles; los militares y yo de un lado; Rubén protegiéndolo, del otro”.

(Notas del libro: “Entre Políticos y Ladrones”. Capítulo: “El profe, Humberto Moreira Valdez”. Páginas 153-188).

Fachas, con su poder desmedido en el sexenio del bailador, reventaba a Isabel Arvide de su encargo como “asesora especial de seguridad”; y al proyecto de militarizar las policías (ya para entonces, había reventado al abogado Fausto Destenave Kuri de la secretaría de seguridad pública y la había juntado con la procuraduría. Así nació la fiscalía especial al mando de Jesús Torres Charles. Bailador, cedía su brazo derecho, con Fausto, consciente o no.

Fachas grita a su hermano menor, manoteando el escritorio (del gobernador). “Para justificar la ida de los militares, para que Isabel Arvide no nos evidencie, debes atacar directo a Calderón. Su Guerra estúpida contra el narco, los muertos, esa es tu excusa. Dile que es un borracho. Ya mandé pintar bardas. El gobernador baja la cabeza, y asiente. “Adelante”, dice bailador. “No te estaba pidiendo permiso”, remata el gordo.

¡El negocio y fachas, siempre fueron primero! No convenía al negocio la militarización de Coahuila. La señora Arvide escribió que Jesús Torres Charles, la amenazó de muerte. Que luego de muertes de militares y del avance del crimen, empujados por Rubén; los militares se fueron, y ella.

Al patrón (el gordo) le estorbaba Isabel, les estorbaron “sus generales”.

Bailador dejó el gobierno al quinto año (dejó un interino a modo, y a su hermano el gordo, de candidato). Su alianza sumergida, con el ex presidente Carlos Salinas, y el dinero de la tesorería del gobierno de Coahuila (“invertido en las campañas, presidencial de EPN, y estatales”), le regalaría la dirigencia nacional del PRI. Calderón seguía en la presidencia y una de las entidades financiadas y trabajadas por Moreira fue Michoacán. Perdió “Cocoa” la gubernatura (María Luisa Calderón, hermana de Felipe). El pleito entre Moreira y Felipe, crecía y el odio se acumulaba.

Rubén Moreira Valdez, abrazó a Calderón, en los primeros días de su gobierno (nepótico, transexenal). ¡Qué cinismo!, fue él (el gordo fachas), quién convenció al bailador de pelear con Felipe (el presidente), para “sonar en México”. Su nueva forma de gobernar” no era otra cosa que el burdo intento de distanciarse del descrédito de su hermano. La MegaDeuda y la vinculación con el crimen, son los temas que retratan al sexenio del bailador; y al gordo cual artífice, y beneficiario directo.

Los medios extranjeros y las denuncias, lo advertían (la bomba política, estalló muy tarde, cuando el gordo ya había sido electo gobernador).

Pasados los años, y un sexenio, una vez que Los Moreira y sus secuaces, “se hicieron del dinero (rápido y fácil)”, los militares volvieron a Coahuila. Está Milicia sin memoria y complaciente a cambio de cuarteles (y millones), será juzgada por la historia. Coahuila (mayo del 2017) está militarizado. Los soldados estrenan suntuosos cuarteles, y “voltean al lado que convenga”.

Desde la oposición había detonado la bomba, “el gordo fachas exonera a su hermano el bailador, en 2105”. Mentiras repetidas de que se investiga. Fue la “procuraduría de justicia”, que dirige el abogado lagunero Homero Ramos Gloria, donde se concretó la exoneración fast track. Ramos Gloria fue secretario de gobierno, director del Instituto electoral (IEPC) y presidente de la comisión de derechos humanos, “bajo el mando del profe”. Y repitió en la secretaría de gobierno y ahora en la procuraduría, con el gordo fachas.

López Obrador, de campaña con su candidato Armando Guadiana en Acuña, esparciendo su hábil cizaña, muestra una supuesta exoneración del sexenio de Calderón en favor de Humberto Moreira (dos pájaros de un tiro, exhibir a Calderón, el de Margarita y hundir la misma daga en la visera de Los Moreira). Calderón contesta en Twitter, que miente el Peje. Que es falsificada la exoneración mostrada, que es imposible exonerar a alguien que había hecho tanto daño a Coahuila. Acusa de nuevo al bailador (de costales de dólares). Bailador, replica, insulta. El pleito vuelve, ahora rabioso y adjetivisado.

El bailador fue expulsado por el CEN del PRI, (ahí donde es secretaria jurídica su cuñada, Carolina Viggiano de Moreira). ¿Para qué fachas sea senador y no el profe, si le sale bien el mapacheo al gordo?

Sintiéndose sobrado el bailador, pelea al alimón, contra El Peje y contra Felipe Calderón (contra el virtual candidato a la presidencia por MORENA y puntero, y contra el ex presidente y esposo de la virtual candidata del PAN, y puntera también).

El profe se fue al Partido Jóven, de manera que “fingir un pleito con fachas y seguir el pleito con Calderón, es harto conveniente”. Si Humberto gana su diputación pluri, si su Partido Jóven gana una “votación suficiente”, puede elevarse como partido nacional. Recordemos: el congreso local tiene pendientes cuentas públicas de Rubén Moreira, y el año próximo se juega la presidencia y el PRI seguramente perderá: Dirigir un partido nacional, no es mala jugada (con fuero).

El clavo ardiente al que se aferra bailador, lo debe catapultar al congreso local y más allá, porque la lumbre de las balas de sus detractores (y familiares) y de estos enemigos nacionales que cosecha rápidamente, refracta una “estela de luz”, tan alta, que podrán verla desde Texas.

Continuará…

(Imágen de circuito-cerrado.net).

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Compartir