Zozobra y desasosiego

La decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de solicitar al gobierno cubano a través de un convenio la visita de 500 médicos de la isla para que trabajen en nuestro país en las zonas más pobres desató una retahíla de protestas, disgusto y condenas a la decisión del mandatario.

Este gobierno nos lleva hacia el comunismo, fue el reclamo más absurdo, es un agravio a los médicos mexicanos, expresaron los colegios de médicos, aquí tenemos médicos desempleados, sí, pero la realidad es que muchos de esos galenos sin empleo a ningún precio aceptan ir a zonas en las que hay violencia o a zonas inhóspitas, por eso el gobierno optó por negociar con las autoridades cubanas para contratar especialistas y llenar los vacíos que son reconocidos por las autoridades de salud, además de que la pandemia detuvo el flujo de actividades médicas sobre todo en las zonas lejanas de los pueblos originarios, habría que subrayar que la cooperación en materia de salud pública entre la isla del caribe y nuestro país es añeja, de hecho, médicos mexicanos hacen prácticas en Cuba y galenos cubanos acuden a la Escuela de Salud Pública de este país. 

Es cierto que en las zonas lejanas de México es difícil el ejercicio médico por la falta de recursos y los bajos salarios, hecho que será subsanado ya por el gobierno de la 4T, según lo informó el director general del IMSS, Zoe Robledo quien anunció que las plazas de los médicos especialistas tendrán un aumento de los 38 mil  a 51mil pesos, la variación será según la zona del país de que se trate o la institución, los aumentos de las plazas, aclaró el director serán habilitados próximamente y habrá sobresueldos para los médicos que laboran en zonas de difícil acceso o marginadas, los aumentos variarán entre el 15 o 20 por ciento, según las necesidades y condiciones, además informó que al menos 3 mil médicos especialistas ya se inscribieron en el sector salud para las plazas que se ofrecen.

Como puede percibirse, todo tiene solución, las alternativas están a la mano y la alharaca se calmará, hay que considerar que anteriormente se han hecho algunos esfuerzos para ofrecer mejores condiciones para el ejercicio profesional de los galenos mexicanos o de cualquier nacionalidad, porque esto no es nuevo, las carencias en servicios de salud son más que añejas.

Hay que reconocer que Calderón en 2012 viajó a Cuba, se entrevistó con Raúl Castro a fin de intercambiar recursos humanos y materiales para investigación en varias materias. Otro encuentro histórico entre un grupo de personal médico de la isla y mexicanos fue en 2017 con el entonces secretario de salud, José Narro Robles, doctor honoris causa por la Universidad de La Habana, Mikel Arriola, director del IMSS; José Reyes Baezam, director del ISSSTE e Ildefonso Guajardo, Secretario de Economía quienes acudieron a Cuba y establecieron varios acuerdos de cooperación en materias de equipos, medicamentos y otros y manifestaron su sorpresa y asombro por la calidad de la atención primaria en la isla, el doctor Narro exaltó la excelencia de los médicos cubanos en su servicios en varios países del mundo y sus importantes aportes para la consolidación de la Revolución cubana. Contar con condiciones dignas para el ejercicio de su profesión es un derecho innato para cualquier profesional de la salud o de la docencia.

En conclusión, la 4T va en contra de la animadversión de los conservadores que rechazan la colaboración de la nación amiga anteponiendo su inquina y su tirria a las necesidades de millones de mexicanos que no tienen acceso a la salud, ignorando que en México el déficit de médicos es de 200 mil, así que 500 médicos cubanos no cubren la cifra de faltantes, por eso la hostilidad de los conservadores es más que injustificada.  

Además te recuerdo, es urgente cuidar el agua, ante los grandes incendios que consumieron miles de hectáreas de bosque, arbolado y matorrales, estamos frente a un daño ecológico colosal que sin duda afecta a los mantos acuíferos y la atracción de lluvias, así que el futuro de las generaciones jóvenes es amenazante, porque sin agua, no hay vida.

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