TRIBUNAL. Coahuila, un cómico nos gobierna. Cacería de polis. La Casa Blanca de 100 millones

DÍA DEL MAESTRO

Qué bueno que antier fue Día del Maestro.

Y aunque en Coahuila los profesores no tienen que festejar, luego del saqueo Moreira, (a más de recordar con orgullo el agradecimiento de sus alumnos y la satisfacción del deber cumplido), tuvimos el gusto de ver “en fotos” al secretario de educación, Higinio González Calderón.

Desde aquella fecha en que el también profesor, Samuel Rodríguez Gonzáléz, deambulaba con el brazo extendido por su inminente protesta en la SEP, (protesta nunca sucedida), no se dejaba ver a don Higinio.

Por cierto, Samuel no fue el único madreado políticamente, Higinio también sufrió por una semana el aviso de su dimisión, esa que nunca llegó pero que lo dejó sanchito.

Saboteador

Samuel terminó cambiando su residencia a Torreón, enmascarado de coordinador regional del gobierno estatal en La Laguna, pero con el único encargo de sabotear al alcalde Jorge  Zermeño Infante (a ver si así puede recuperar el PRI la plaza que se perdió gracias al corrupto paso de Miguel Riquelme por la alcaldía).

UN CÓMICO NOS GOBIERNA

¡Alto Chairos, nadie los ataca… me refiero a Riquelme!

Sí, señores, cuando este JUSTICIERO refiere que un cómico nos gobierna, sin duda hablamos del cómico gobernador que nos impusieron. Y es que, imagina o le infringen sus asesores discursivos, unas frases tan mafufas y mentirosas, unas que no solo distan de la realidad, kilómetros, sino que tratan de engañar aviesamente a un pueblo noble que, muerto de hambre (por el voto del hambre), casi siempre se traga sin ver, lo que le den.

El 15 de mayo celebraron los del gobierno, el Día del Maestro (reitero, los maestros de Coahuila, aun orgullosos del deber cumplido, nada tienen que celebrar). Ahí, Riquelme Solís, se aventó la frase más insultante del sexenio: “El magisterio Coahuilense es la gobernabilidad, el equilibrio y la estabilidad del estado”.

La realidad

  • Para empezar, en Coahuila no hay gobernabilidad, ni equilibrio, ni estabilidad.
  • Para seguir, en el seno magisterial hay un ambiente implosivo y explosivo. Hay coraje, impotencia, rabia y dolor. La sed de  venganza por el daño recibido (y recibiendo) por los traidores Moreira (y Riquelme), hijos del mismo gremio , crece a la par del Moreirato que se eterniza, en descarado perjuicio magisterial.
  • En este desgobierno de Coahuila, la educación no es renglón prioritario y el trato al magisterio, a los trabajadores de la educación en general, es peor que malo. Es abusivo, malvado y deshumanizado.
  • Usaron a los maestros y los tiraron (a los perros, sin salud ni pensión, con leyes que arrebatan sus logros históricos y su méritos ganados con el sudor del honesto servicio de una vida entera). 
  • No vengan a insultar la inteligencia de los honestos e inteligentes maestros, queriendo “pacificarlos y pastorearlos” con una frasecita mañosa y engañadora (como ellos, Los Moreira-Riquelme).

Justicia divina

Pero hay un Dios que todo lo ve.

Aunque haya perdones federales que dejan impunes los agravios y las raterías (y ahora sí, señores chairos, JUSTICIERO se refiere a los perdones de don AMLO, esos que indignan y duelen), hay una JUSTICIA DIVINA, hay un Dios que juzga y lo hace para todos.

CACERÍA DE POLIS

En el Moreirato que no acaba, las corruptas policías estatales y municipales (vía el Mando Único) están convertidas en madrinas del crimen solapado por los sobornos (en suburban retacadas de maletas con dólares negros, esas que antes llegaban A la Casa Blanca de 100 millones, regalada allá en San Alberto, y que hoy mandan a la nueva dirección, en Sierra Nevada #319, en Las lomas, CDMX).

Esto es tan evidente, que un cartel que recién llega (pero que es el refíl de uno actuante en las primeras dos etapas del Moreirato, que dominó todo Coahuila según el estudio de la Universidad de Texas), exige un trato exclusivo, como antes. Entonces, empezaron las balaceras, los secuestros, el piso, el chantaje, el abigeato, los robos y “para rematar”, el liquidar policías estatales y  municipales.

Y no entiendan mal, ya había todo eso en Coahuila, solo que ahora es más notorio.

En Coahuila no es cierto que la delincuencia quiera entrar, la delincuencia es el gobierno estatal y lo son los pactos criminales heredados por Los Moreira. Lo que sucede es que ya no quieren competencia y Miguel Riquelme solo obedece órdenes de El Odiado Gordo Fachas.

AZULES ANIMÁNDOSE

Los panistas recibieron una buena noticia la ex PGR sí afectó a propósito la campaña presidencial y la imagen del PAN y de Ricardo Anaya Cortés.

Y aunque este fallo, gracioso o apapachador, no cancela la elección ni Ricardo Anaya recupera más que el aliento político,  puede ser oportunidad única para levantar el ánimo albiazul frente a las elecciones regionales en puerta (dos de gobernador, la extraordinaria en Puebla y la ordinaria en Baja California y cinco de alcaldes y diputados: Aguascalientes, Tamaulipas, Durango, Quintana Roo y la propia BC).

Divisiones

El PAN debe superar sus divisiones.

Es necesario que unifique su discurso, que sea más combativo en lo local y no solo atacar al presidente y al nuevo gobierno (por supuesto que el PAN debe ser equilibrio de fuerzas y una oposición seria y serena, pero en los gobiernos locales están de vacaciones con los panistas agazapados y distraídos con el Peje y sus asegunes).

En Coahuila, poco es lo que se señala del gobierno estatal, de Los Moreira y el Moreirato. En el Congreso, no pueden someter a “su Contador Mayor”, Armando Plata Sandoval, ni nada han logrado para desmantelar el sistema de protección a los ladrones y criminales, llamado cariñosamente Sistema Anticorrupción.

¡Despierten panistas!

Urge su concurso para poner orden en la casa. Orden en lo nacional y orden en los gobernadores que andan desatados financiera y políticamente, igual o peor que antes, solo recortados de presupuesto.

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Pobre Coahuila, ¡tan cerca de Moreira y tan lejos de AMLO!

ColumnasdeMexico.com

Denunciamos la corrupción. Del color político que se disfrace.

“Con ética y honestidad. Otra historia se escribe. Otro México se cuenta”.

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