Lo menos que se puede decir de la reforma aprobada esta semana en el Congreso de la Unión es que resultó histórica, importantísima para los trabajadores; mientras que la realizada por los gobiernos del PRI con Ernesto Zedillo en 1997 arrebató derechos laborales, disminuyó la edad para la jubilación y aumentó exageradamente las semanas de cotización quedando en mil 250, entre otros males.
Con la nueva ley las semanas cotizadas disminuirán en forma gradual de mil 250 a mil semanas, la reducción iniciará al entrar en vigor el decreto, como un requisito serán al menos 750 semanas de cotización para obtener esos derechos.
El 74 por ciento de los trabajadores adscritos a la actual, al jubilarse recibirían su ahorro de las afores, que para la mayoría será un salario mínimo, y con el tiempo su situación económica empeorará y con ellos la pobreza del país seguiría incrementándose.
La nueva ley establece un tope a las comisiones de las Afores, deberán ajustarse de acuerdo a los estándares internacionales, de manera que éstas bajarán de 9 a 5 por ciento y se fijarán de acuerdo con el promedio de las que rigen en Estados Unidos, Chile y Colombia, los ajustes a la baja que ocurran en estos países también serán aplicados en México, pero si éstos son al alza, se mantendrá el promedio que al momento esté aplicando, así se acabarán las ganancias leoninas que arrancaban a los trabajadores parte de sus salarios.
Un ejemplo deja ver las ganancias extraordinarias de las Afores, tan solo el mes pasado obtuvieron cerca de 144 mil millones de pesos debido al rendimiento positivo de los mercados financieros.
La reforma implica que las y los trabajadores podrán ahorrar más pues no pagarán tanto por el manejo de sus ahorros de pensión.
Un cambio fundamental tiene por objeto aumentar el monto de la pensión garantizada que se otorga a los trabajadores que, cumpliendo con los requisitos para gozar de la prestación de cesantía y vejez no tienen los recursos suficientes en su cuenta individual para obtener una pensión mayor al monto mínimo; las pensiones pasarán de 3 mil 289 pesos a 4 mil 445 pesos.
La aportación patronal se eleva de 5.15 al 13.87por ciento, aunque el incremento será gradual alcanzando el máximo porcentaje hasta 2030; el Estado, modifica la composición de su aportación para beneficiar solo a los trabajadores de menores ingresos, sin incrementar su monto total, estos cambios se incorporan en el artículo 168 y de él derivan ajustes a los artículos 139, 159, 165 y 18 de la Ley del Seguro Social.
Además, se propone, en el artículo 172 y 172A de la Ley del IMSS un esquema para dar mayor agilidad al pago de pensiones a cargo del Gobierno Federal a través de la Tesorería de la Federación.
El PRIAN y PRD presentaron objeciones a las reformas, pero se conoció que aparentemente, fueron “maiceados” por las poderosas empresas Afores que intentaban sostener el porcentaje que aseguraba sus ganancias (Enrique Galván Ochoa).
Para el año próximo estarían por jubilarse alrededor de 90 mil u 80 mil adultos mayores, de éstos muy pocos alcanzarían una pensión suficiente, los más recibirán su ahorro de las afores, el que ahora es muy bajo y difícilmente les permitirá sobrevivir sin grandes carencias.
Serían más de 20 millones, aproximadamente los trabajadores que saldrían beneficiados por estas reformas, los trabajadores mexicanos gozarán de una mejora sustancial de la calidad de vida en el retiro.
Las reformas incrementarán sustancialmente el nivel de ahorro en el país, disminuirán la presión sobre las finanzas públicas y serán uno de los motores para el crecimiento incluyente y sostenible en el largo plazo.
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