Recuento de 2018; augurio para 2019

Estamos por terminar un agitado y convulso 2018. Grandes sucesos se registraron en las hojas de su calendario, y pasarán a la historia por su relevancia y trascendencia.

Una indiscutible mayoría del pueblo mexicano se decantó por una opción política diferente. No solo optó por un cambio de partido, de ideología y de gobierno, sino por una transformación profunda del régimen. Para ello, avitualló al presidente López Obrador con legitimidad política y mayoría en el Congreso.

Después de meses insufribles y negociaciones álgidas, un brillante equipo de mexicanos, encabezado por Ildefonso Guajardo, sacó adelante el nuevo tratado comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Los actores económicos de la región se llenaron de entusiasmo y optimismo por este logro.

Mientras esto sucedía, las inversiones extranjeras no cesaban. Y a pesar de la incertidumbre generada por el cambio de gobierno y la amenazante volatilidad internacional, que tumbaron en apenas dos meses más del 20% de su valor al principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores y llevaron la tasa de interés a su máximo en la década, se espera un cierre anual del orden de los 28 mil millones de dólares en Inversión Extranjera Directa.

La creación de empleos formales alcanzó su máximo histórico durante el primer semestre del año, e igual sucedió con el superávit comercial de la balanza agroalimentaria.

Debido a la entrada en vigor de la Reforma Energética, ya vemos otras marcas diferentes a Pemex. Ciertamente, los precios de los combustibles no han bajado en virtud de su esquema impositivo, pero definitivo: la competencia siempre beneficia al consumidor.

El salario mínimo para 2019 será 16% mayor al actual. La cifra disparó alertas inflacionarias infundadas. En los últimos dos años, el mismo indicador sumó casi 21% y no tuvo ninguna consecuencia en el índice de precios, sobre todo desde que dejó de ser unidad de cuenta para calcular multas y aportaciones.

Otra razón es porque muy pocos ganan el mínimo. Tanto en la informalidad como en la formalidad los sueldos los fija el mercado, no un decreto. Y si alguien sin mucha preparación ni experiencia pretende mejorar su ingreso, solo debe buscar empleo en otra parte, donde, según estadísticas, le pagarán mucho mejor.

¿Cómo pinta el 2019? Bien, pronostica un servidor. ¡Claro, siempre habrá riesgos externos!, pero mientras cada uno crea en sí mismo y luche por sus sueños, en esa misma medida a todos nos irá mejor. ¡Feliz Navidad!

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