En materia de adicciones, una de las herramientas más importantes después de la desintoxicación y la rehabilitación, es la prevención de recaídas, en la que se trabajan las técnicas y herramientas que el adicto (o codependiente) en recuperación deberá tomar en cuenta, para no volver a caer en el abismo del consumo.
Para lograr el propósito, dentro de otras variables, es imprescindible que la persona ya haya desarrollado lo que le denominamos consciencia de enfermedad, esto es, claridad sobre el trastorno que presenta, sus consecuencias y características, igual que los factores detonantes que pudieran llevarla a consumir nuevamente y, sin duda, las herramientas para combatirla día a día.
Este trabajo es realmente fascinante porque podemos ver los cuasi milagros que logran transformar vidas completas, por lo que ahora que leo y veo noticias relacionadas con la pandemia del coronavirus que ha azotado al mundo este año, me nace el pensamiento de que debemos justo desarrollar una cultura de prevención de recaídas o rebrotes como sociedad, toda vez que es casi inminente que el virus seguirá propagándose y tendremos que aprender a convivir con él.
Una cultura del autocuidado, donde yo soy responsable de mi salud y no responsabilizo a nadie más ni del sector público ni del sector privado, sino que hago consciencia de esta enfermedad y su fácil forma de transmisión, trabajando en mi prevención a través de informarme en las fuentes calificadas y asumo como mías las medidas de mitigación y de higiene sanitaria para evitar contagios en mi persona.
Una cultura de autocuidado en la que, si me cuido yo, cuido de los demás y nos cuidamos todos, asumiendo la corresponsabilidad como sociedad de los efectos que el virus tenga en la población.
Ahora que se discute el desconfinamiento y la vuelta a la vida productiva, pese a que en algunas entidades aún están indicadores de riesgo en semáforo rojo, más allá del debate de las políticas públicas que corresponden a las autoridades gubernamentales correspondientes, el seguir debidamente y a consciencia los protocolos que todos los ciudadanos debemos seguir, es la mejor herramienta para aprender a vivir con un virus que algunos afirman llegó para quedarse, aunque cada vez pierda más fuerza y eventualmente se desarrollen los fármacos para combatirlos.
Así como en las adicciones, la recuperación de la enfermedad es del paciente y de nadie más, te invito a que el aprendizaje del Covid19 sea que vivamos en esta cultura de yo me cuido, te cuido y nos cuidamos todos.
https://www.milenio.com/opinion/omar-cervantes/la-alegria-de-vivir/prevencion-de-recaidas
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