Por el bien de México, ojalá

¿A partir de cuándo el incumplimiento de promesas va a comenzar a ser atribuido por el nuevo gobierno a las fuerzas reaccionarias, los poderes fácticos y el intervencionismo yanqui? No se trata de predecir el futuro ni de desear el fracaso de AMLO como presidente. Simplemente intento observar el arranque de la llamada “cuarta transformación” a la luz de lo sucedido con otros movimientos similares en América Latina.

Estoy seguro de que, si Hugo Chávez hubiera reconocido a tiempo que el problema estaba en su propio proyecto, Venezuela no sería hoy el país más pobre y más violento del continente; tampoco sería uno de los más corruptos del planeta.

Esto último lo recalco, porque al presidente López Obrador no se le olvida decir que México es actualmente el país 135 de acuerdo con el Índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional por culpa, asegura, del neoliberalismo. Pero, nunca recuerda mencionar que su admirada República Bolivariana es el lugar 169 en dicha lista de la vergüenza.

Pero, regresando a mi intención, la pregunta inicial va dirigida a los seguidores más pensantes del nuevo presidente, como una invitación para que, de verdad, se mantengan críticos y alertas ante el desempeño del tabasqueño y de su gobierno. No por darme gusto, sino por lo que puede significar para México. Ojalá y AMLO dé la sorpresa y todo lo que ofreció se cumpla. Pero, de no ser así, espero que las falencias del modelo adoptado sean reconocidas rápidamente.

Lo pongo de esta manera: si los partidos que gobernamos antaño no supimos detectar ni corregir nuestros errores a tiempo, espero de verdad, de corazón, que en eso nos superen ampliamente quienes están al frente de los destinos de México.

Por el bien del país, ojalá que vengan las rectificaciones que sean necesarias y no que se radicalicen las medidas fallidas, bajo el pretexto de “la mafia del poder” y su “complot”. Argumento que, por cierto, domina AMLO, quien, aunque jamás haya podido probar que en 2006 y 2012 hubo fraude, logra hacer que sus seguidores repitan su “verdad” como un mantra.

Face: marcelotorresc /

Tuitter: @marcelotorresc

Compartir