Los mensajes de la Gira de AMLO

El 19 de febrero cubrió el Presidente “una Gira” por Saltillo.

Entrecomillar “Gira” implica que no fue en sentido estricto una gira presidencial. El Presidente llegó a un solo evento y se fue.

Conmemorar el Día del Ejército fue el motivo, la Ceremonia tradicional de Ascensos fue la ocasión. Discursos, loas al mando y al Ejército, y una apurada comida (todo en la Zona Militar). Completaron el cuadro presidencial.

Los asegunes

El Presidente llegó tarde y en vuelo comercial. En otros aviones, llegarían: Olga Sánchez Cordero de SEGOB, Alfonso Durazo de SSP, los titulares de SEDENA y de SEMAR y demás funcionarios.

El gobierno estatal preparó, fuera de agenda, una reunión con empresarios y organismos de la sociedad civil. En ese escenario, acometerían al presidente y lo apabullarían con reclamos y exigencias sobre: el presupuesto estatal y municipal, el carbón y la CFE, el acero chino y AHMSA, las guarderías y etc.

El equipo de giras presidenciales, que llega de avanzada, detectó la encerrona y alertó a López. Enojado el presidente, por el gol estatal y por no haber sido avisado por su SuperDelegado y por el senador Guadiana (que supone sus aliados), ordenó cancelar ese evento y pretextar el viaje en avión comercial a Monterrey y el trayecto por tierra a Saltillo.

AMLO llegó a Saltillo en vuelo comercial y no a Monterrey.

Nadie llegó a recibirlo (ninguna autoridad, ningún colaborador, ningún legislador). Mal descendió y se encontró con una turba de pendinches, con otra de reporteros enviados del gobierno haciéndole preguntas sobre el presupuesto y los recortes (casi con los micrófonos en la boca del presidente, quien molesto evadía las respuestas). No podía caminar López Obrador, los guardias discretos, pedían a la gente y a los reporteros dejar avanzar al mandatario. Unos gritos estridentes de unos veinte parroquianos, decían al Peje “no te dejes, te apoyamos”.

Volteando de un lado a otro, el presidente pregunta en voz alta “¿Dónde está Reyes?”. Dejaba claro que dejarlo solo con los grupos y periodistas pagados, era una descuido intolerable y una falta total de profesionalismo de su representante estatal (Reyes Flores Hurtado) y del senador “consentido”. Un ayudante del ayudante le dijo “Reyes lo verá en el lugar convenido”. Con un gesto adusto, asistió el mandatario.

Riquelme (y Moreira) mandaron grupos

Todo el trayecto, del norte al sur, del Aeropuerto a la Zona Militar, AMLO encontró protestantes de toda índole.

  • La CTM encabezada por Tereso Medina marchaba y gritaba con mantas desplegadas, que AMLO robaba los empleos a los trabajadores de Altos Hornos por dejar entrar, sin arancel, el acero chino. Que “Napo es un enemigo de los trabajadores”.

  • Amas de casa (lideresas de colonia) gritaban que los niños no eran apoyados por AMLO por quitar el dinero a las guarderías.

  • Los maestros disidentes pedían al presidente una auditoría al gobierno, a los fondos de pensiones de los trabajadores de la educación y a la UAdeC. Le decían que “fueron robados por Los Moreira (y Riquelme)”.

  • Mantas desplegadas decían que la CFE está quebrando a los carboneros.

  • Para rematar, el alcalde de Saltillo, Manolo Jiménez, entregaba al presidente, una misiva tan extensa que emulaba una “carta a Santa Claus”: Con muchos temas, muchos puntos y muchos millones solicitados para Saltillo. Le dijo que “eran peticiones de la sociedad saltillense compilados en las mesas del IMPLAN”.

Nada dijo 

AMLO, como vino se fue. Dedicado al tema militar. Haciendo mutis ante las múltiples intentonas de evidenciarlo.

Nada contestó el presidente a los reclamos. Nada dijo de las peticiones y de los modos Moreira-Riquelme de empujar al presidente para que resolviera temas financieros. 

Con la bolsa vacía, la MegaDeuda creciendo y el presidente resentido, se quedó Coahuila, gracias al  remedo de gobernador y a su pésima mano izquierda (o por hacerle caso a aquel, al odiado). 

El fantasma Moreira ronda y confunde. Los ajustes en programas y apoyos, las rasuradas presupuestales, la cancelación de compras de carbón por la CFE, el acero chino y otros…

Sin duda alguna AMLO manda mensajes directos, contundentes. No hay consideraciones para entidades con gobiernos corruptos.

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