Hablando de Deportes

Balones desinflados, cámaras filmando al receptor, árbitros vendidos, etc.

Sería maravilloso que los equipos no hicieran trampa y los árbitros siempre marcaran correctamente. Sería maravilloso si la gente en los medios de comunicación investigara y supiera de lo que hablan y no tomaran partido solo para hacerse ver controversiales u opositores. Sería maravilloso si los políticos actuaran de buena fe y pusieran al país por encima del partidismo. Sería maravilloso si los conductores fueran corteses y siguieran todas las reglas de manejo.

Sabemos que, simplemente, así no es como son las cosas. Nunca lo han sido y nunca lo serán.

¿En dónde nos deja todo eso? Nos deja centrarnos en lo único que podemos controlar; no importa lo que otras personas digan o piensen, solo importa lo que hagas.

Un atleta no controla el clima o las condiciones en el campo. Solo controlan cómo juegan. Un político no controla el juego de la política, solo cómo elige jugarlo. No controlamos si obtenemos crédito por nuestras buenas acciones o si se nota nuestro arduo trabajo. No controlamos la economía. No controlamos si nacimos ricos o pobres. Lo que controlamos es lo que hacemos en respuesta a las circunstancias. Lo que controlas es cómo juegas.

Tú controlas cómo juegas, no si ganas. Tú controlas cómo juegas, no si a la gente le gustas. Tú controlas cómo juegas, no si la multitud te echa porras. Tú controlas cómo juegas, sólo eso y esa es la diferencia.

TODO COMIENZA EN UNO.

OS

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