En México, Panasonic cambió de sindicato y ganó un aumento salarial

En el marco de la implementación del T-MEC y la Reforma Laboral, Estados Unidos solicitó al Gobierno de México cuatro revisiones sobre posibles faltas laborales en empresas ubicadas en Guanajuato, Tamaulipas y Coahuila. Entre ellas, figura una queja internacional requerida por los trabajadores de la planta de autopartes de Panasonic en Reynosa por intromisión a su libertad sindical.

Pese al miedo y amenazas, lograron cambiar de sindicato charro a uno independiente que obtuvo un aumento salarial de 9.5 por ciento y ahora van por la legitimación de su nuevo contrato colectivo.

“El mecanismo de respuesta rápida del T-MEC es la posibilidad de presentar quejas de una nación a otra respecto a posibles violaciones de alguna empresa en específico. En 2020, cuando entró en vigor, empezó a haber un alboroto de que se presentarían cientos de miles de quejas. Pero en dos años, se han presentado cuatro casos, pero en ninguno ha habido paneles ni sanciones”, comentó la Secretaria del Trabajo Luisa Alcalde.

En México, donde hay violaciones laborales de forma “regular” según el índice 2022 de la Confederación Sindical Internacional, las cuatro quejas laborales se dieron por los casos de General Motors en Silao, Guanajuato; la mina TekSid Hierro de México en Frontera, Coahuila; así como las plantas de autopartes de Tridonex en Matamoros y la de Panasonic en Reynosa, Tamaulipas, ambas ahora representadas por el Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y Servicios (SNITIS), fundado por la defensora de derechos laborales Susana Prieto Terrazas, quien es además Diputada de Morena como parte de la cuota para activistas sociales e indígenas que no son militantes del partido.

El sindicato independiente es una nueva corriente surgida en México para hacer un contrapeso en contra de la CTM, la CROC, la CROM e incluso de la CATEM, que son centrales obreras que emanaron del PRI, que están peleándose el territorio para seguir extorsionando y controlando a los trabajadores con sus cuotas y representando los intereses de la patronal”, aseguró en entrevista Susana, una mujer que ha sido víctima de amenazas, detención y hostigamiento desde que lidera el Movimiento 20/32 que emplazó a huelga en 48 maquilas de Matamoros, Tamaulipas para alcanzar un aumento salarial de 20 por ciento en 2019 y un bono anual de 32 mil pesos para 70 mil trabajadores.

“El sindicalismo independiente –prosiguió– busca representar realmente los intereses de los trabajadores: celebrar contratos colectivos de trabajo cuyas prestaciones excedan las prerrogativas mínimas que establece la ley como becas para sus hijos, lentes; transparentar el uso de los recursos de las cuotas con informes mensuales sobre la forma en que se están gastando y establecer asambleas donde determinen los proyectos en los que quieran utilizar esos remanentes”.

Panasonic en Reynosa

En abril, el 75 por ciento de los trabajadores de una planta de autopartes de Panasonic en Reynosa, Tamaulipas, votó por un cambio sindical al Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y Servicios (SNITIS), tras ser representados por el sindicato de la empresa y luego transferidos sin ser consultados a uno de la vieja Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM).

Pese al miedo, un cambio sindical era urgente. Panasonic tenía un sindicato de empresa con el propio personal que ellos asignaron con un Contrato Colectivo de Trabajo sin ninguna prestación adicional a la ley laboral y con jornadas excesivas de más de 45 horas sin pago de horas extras.

Luego, sin aviso, la compañía coreana que exporta a EU firmó un contrato Colectivo Colectivo de Trabajo con el sindicato cetemista de Alberto Lara en vez de hacerlo con el independiente al que los trabajadores se estaban afiliando, por lo que el SNITIS pidió a Estados Unidos revisar esa posible violación a la libertad sindical dentro de la planta.

El caso de Panasonic está muy próximo de darse por concluido, esperamos”, comentó la Secretaria del Trabajo Luisa Alcalde.

Tras emplazar a huelga, el 9 de junio la unión de los obreros de todos los turnos logró acordar con Panasonic la firma del Contrato Colectivo de Trabajo con un aumento salarial de 9.5 por ciento, una bonificación única por 3.5 por ciento del salario anual y la recontratación de quienes fueron despedidos mientras estaba el otro sindicato con el pago de sus salarios caídos.

También les regresarán las cuotas sindicales descontadas y se cubrirán los dos días de salarios y prestaciones reducidos por paros laborales. En ocho meses volverán a sentarse a negociar entre sindicato y patrón.

Pero la lucha no ha terminado. El lunes 11 de julio se sentarían a acordar la legitimación del Contrato Colectivo de Trabajo, pero están en un estira y afloja entre empresa y sindicato sobre las horas de la jornada laboral, por lo que aún no están de acuerdo con el nuevo contrato.

“Nosotros en el contrato reducimos a 45 horas la diurna, pero la empresa quiere que sean 45 horas hasta la nocturna, entonces ahorita estamos atrapados por ahí”, dijo Susana Prieto.

SinEmbargo
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