Discriminación en banco indigna a saltillenses

La saltillense Claudia Latapí, quien radica en Canadá, canceló su cuenta con Santander.

La saltillense Claudia Latapí, quien radica en Canadá, canceló su cuenta con Santander, luego de que el banco impidiera a su padre realizar un trámite, argumentando que presenta discapacidad física.

De inmediato, obtuvo respaldo de la sociedad que condenó la actitud discriminatoria de la institución bancaria, porque en lugar de capacitar a los empleados, prefiere que prevalezca la ignorancia y los prejuicios, lo que es una vergüenza.

Unos clientes dijeron que también cancelarán la cuenta como muestra de solidaridad.

Otros usuarios recomendaron cambiar de banco, pues ofrece un pésimo servicio, obstaculizan los trámites y retiros de efectivo, bloquean las tarjetas de nómina, y otros más aseguraron que la descortesía y el mal trato al cliente es igual en los demás bancos.

Mediante su cuenta de Twitter, Claudia Latapi denunció que en la sucursal ubicada en el bulevar Venustiano Carranza, número 3567, discriminaron a su padre y rechazaron el trámite que intentaba realizar.

Señaló que vive en Canadá y seguía utilizando sus tarjetas de débito y crédito, se define como una clienta responsable que cumplió con los pagos establecidos.

Al cambiar de residencia, cambió su número de teléfono celular; con la actualización, su cuenta no reconoció el nuevo número, por lo que escribió una carta-poder a nombre de su padre para hacer los trámites bancarios. En “servicio al cliente” le informaron que con ese documento era suficiente para hacerlo.

Sin embargo, en la sucursal le informaron que no podían aceptar la carta ni proceder al trámite, que era necesario una carta notariada y a nombre de otra persona “para poder hacer el proceso bien y que nada saliera mal”.

Esto, porque su papá presenta parálisis cerebral de nacimiento y discapacidad motora. Tiene una pequeña dificultad para caminar, escribir, enunciar y realizar otras actividades que involucran habilidad motriz fina.

“PERO CABE RECALCAR QUE ES UNA PERSONA 100% INTELECTUALMENTE COMPETENTE, INCLUSO MÁS QUE MUCHOS”, EXPLICA CLAUDIA EN LAS REDES SOCIALES. “MI PAPÁ TIENE 57 AÑOS, TIENE UN NEGOCIO PROPIO, ES UNA PERSONA SANA Y HACE EJERCICIO TODOS LOS DÍAS”.

“Es totalmente capaz de realizar este trámite, solamente hay que ser un poco pacientes si no estás acostumbrado a la manera en la que habla ¿No es una cortesía que deberían tener con todos sus clientes?”.

“El empleado, al ver la discapacidad motora de mi papá, simplemente asumió que también tenía discapacidad mental y que no podía realizar el trámite, por lo que decidió negarle el servicio y mandarlo a casa”.

A esto se le llama “capacitismo” o discriminación a aquellas personas con discapacidad.

“LOS VALORES DE UNA EMPRESA LOS REFLEJAN SUS EMPLEADOS Y ESTE EMPLEADO NO PUDO BRINDAR EL SERVICIO HUMANO QUE USTEDES TANTO PRESUMEN. CON ESTE TIPO DE ACCIONES VALIDAN LA TERRIBLE CULTURA DE DISCRIMINACIÓN CAPACITISTA QUE EXISTE EN MÉXICO”.

Refiere que en “servicio al cliente” no le precisaron que necesitaba carta notariada, pero el problema de fondo es la discriminación hacia su padre, por asumir que toda persona con discapacidad motriz es intelectualmente incapaz.

“Malamente, estas conductas ya son normales para mi papá, él ya no se toma estas cosas personales. Estoy harta de que se haya tenido que acostumbrar a una sociedad tan ignorante”.

Luego de hacer la denuncia en redes sociales, Martha Guadalupe Vázquez, representante de Defensor del Cliente Santander, le llamó para ofrecer disculpas y que tomarían cartas en el asunto en la sucursal, además de ofrecer apoyo para hacer el trámite, sin embargo, decidió cancelar la cuenta.

Para Santander México, esto solo significó una “mala experiencia”.

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