También las nóminas médicas han sido corruptas en Coahuila

Se puso la primera piedra del Hospital Materno Infantil de Saltillo el 24 de Noviembre del 2015, por el ex gobernador Rubén Moreira Valdez, se informó que se ejercieron 696.4 millones de pesos.

Casi 5 años después (y 696.4 millones de pesos cobrados), el hospital sigue sin funcionar, sin atender a un solo paciente, se construyó como un hospital y ahora es un adorno estatal abandonado. Dicen que está listo para operar y que esperan el milagro del Gobierno Federal para ponerlo en marcha (dando a entender que necesitan aún más recursos federales), declarado por el secretario de Salud, Roberto Bernal : “Queremos abrirlo en dos o tres meses, vamos a ver con el doctor Ferrer (director de ISNABI) bajo qué condiciones trabajaremos esto”, dijo.

Mientras que por dos años completos se pagó una nómina muy onerosa de médicos y de más personal, para un hospital completo, personal que cobró, pero nunca laboró, un hospital que nunca ha estado en funciones. 

¿Todo ese personal ocioso, pagado con recursos federales, estará metido en las campaña del PRI?

No es el único caso, se habla de seis hospitales, y muchísimos millones más en las mismas condiciones, hospitales inaugurados, sin funcionar, como cascarones.

“El elefante blanco de Rubén”, otro capítulo más en la novela negra de los Moreira en Coahuila.

ColumnasDeMéxico.com

La Nota

Reconoce secretario de Salud que contratación es criticable.

Un número no determinado de empleados del hospital Materno Infantil fueron despedidos tras dos años de ser contratados y recibir su pago sin que el nosocomio finalmente funcionara.

Al respecto, el secretario de Salud en Coahuila, Roberto Bernal Gómez, admitió que la contratación y pago de dicho personal “era criticable”, pues además, no todos participaron de manera activa en los cargos para los que fueron contratados.

“Había mucho personal contratado de confianza, que realmente no estaba haciendo nada, mientras que el tiempo transcurría sin que el hospital funcionara, y el tema de infraestructura no me compete, pero el de los empleados sí; nosotros estábamos listos para operarlo, pero a la larga, era criticable que tuviéramos empleados contratados en un hospital sin echarlo a andar”, dijo.

Por eso tuve que tomar esa decisión, admitió. Durante ese tiempo recibieron pagos como trabajadores en activo y, aunque “sí hacían algo, no era para lo que estaban contratados”, agregó.

Pasaron poco más de dos años sin que el hospital entrará en operación, por lo que fueron despedidos.

Zócalo

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