De corruptos y ricos nuevos

Coahuila es oscuro retrato de como la corrupción de la última época sacó del arrabal “a más de cuatro”, construyendo una facción de ricos nuevos (pero acomplejados).

El trabajo honrado ha sido distintivo de esta tierra generosa. Ni esos ocasionados y sus miserias de tener (y de ser), pueden trocar el buen nombre local.

Con dinero fácil pero robado, con fortunas de la noche a la mañana, unos tipos malformados, ahora pretenden ver sobre el hombro a una sociedad conservadora y decente, que en nada se parece a ellos.

Pero, para sentirte superior se requiere más que dinero. Moral, ética y buenas costumbres, son riquezas espirituales de mayor quilataje.

Servir a los demás, ser solidario con los desprotegidos, honrar a los viejos, despreciar la corrupción, son otros atributos de un perfil humano y social que da respetabilidad… Una categoría que no se compra ni se vende.

Cuando solo se tienen cosas, (posesiones banales) y se consiguen cosas de esas que se compran con dinero (de donde venga), se sufre una miopía tal que la escala social de valores se pone de cabeza. 

Don dinero

Ah, “don dinero poderoso caballero” ¿Eres menos porque tienes menos dinero o eres más porque amas más, porque ayudas más, porque trabajas y eres honorable?

“Valer más” nada tiene que ver con tener dinero fácil y rápido, mucho o poco, tampoco tiene que ver con ser adinerado con fortunas producto del trabajo honesto y los buenos negocios.

Benditas fortunas las hechas sin perjudicar a nadie, sin explotar trabajadores, sin violar la ley ni despreciando la vida de familia.

Benditas fortunas las logradas con honesta actividad y sin apoderarse de lo ajeno.

Ser más significa ser honesto, ser útil y agradecido, ser solidario y congruente.

Ser más significa ser mejor persona, amar y formar Familia. Sumar y construir Comunidad.

La Familia

La Familia es la piedra angular de la sociedad.

Una Familia construida sobre valores morales y con Dios como brújula y testigo, es la piedra fundamental de una sociedad como esta. Como la de Saltillo. Como la de Coahuila.

Los ocasionados, los tramposos y ventajosos, siempre buscan “menos sociedad y menos familia”.

Ellos, tratan de apoderarse de lo que otros poseen y se ganan con “el sudor de su frente”.

Ellos, se entretienen en dibujar su ambición en planes de desarrollo y planos de posesiones, para ensanchar sus corruptas haciendas y así, parecer miembros de clubes o empresarios bienintencionados.

Pero no. El dinero sucio, las posesiones ilegítimas y los negocios ventajosos, solo perfilan a “ricos nuevos y corruptos viejos”.

¿Qué diferencía a un corrupto de un rico nuevo, qué diferencía a los sediciosos de los promiscuos y gandallas?

Por ahí

Por ahí andan unos tipos peligrosos.

Su peligro social no lo significa solo el ser mafiosos de la política y los negocios malos, su peligrosidad está en su hipocresía y cinismo.

(Hay empresarios ambiciosos que buscan negocios ventajosos. Hay políticos corruptos que buscan alianzas con esos empresarios. Juntos son un peligro potencial).

Pretenden ser de sociedad, para confundirse entre los buenos, pero no advierten que su color y olor son tan burdos como su clase. Se notan pronto y se miden sin gustar (“te vi y no me gustaste, te medí y no diste el tamaño”. Eres malo y torcido).

Esos tipos atacan a las familias decentes. Lo hacen “tirando la piedra y escondiendo la mano”. A mas de malditos son cobardes.

Esos tipos buscan desprestigiar a los honestos para estar parejos con su malformación.

Pero así como la decencia no se contagia, la mugre no se pega a los limpios (ni aventándoles lodo). Familia y sociedad. Binomio indisoluble ¡Vivan!

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