Coahuila insumiso: La enseñanza

En el oráculo chino el símbolo de crisis también significa oportunidad y sin duda todo proceso en el que nos sometemos a grandes presiones, conlleva una emisión de adrenalina ancestral que conduce al individuo hacia la supervivencia, en estricto sentido hay quienes en una crisis lloran y hay otros que se ponen a fabricar pañuelos.

La pandemia del covid 19 sometió a la población a un confinamiento que refiere varios panoramas: el descanso necesario ante la grave jornada, el encierro del miedo y la paranoia, la retrospección hacia una nueva identidad, el despertar de la creatividad, el retorno a la antigua forma del trabajo a domicilio, entre algunos.

Volver a casa significó la valoración de nuestros hogares, con una nueva variable por el uso de la tecnología que a pesar de ofrecer la multiplicidad de opciones nos termina llevando al aburrido ejercicio de la monotonía de contenidos.

En ocasiones recordando a Jacobo Timmerman y su prisión: “La celda es angosta. Cuando me paro en el centro mirando a la puerta de acero, no puedo extender los brazos. Pero la celda es larga. Cuando me acuesto puedo extender todo el cuerpo. Es una suerte, porque vengo de una celda en donde estuve un tiempo. ¿Cuánto?, encogido, sentado, acostado, con las rodillas dobladas. La celda es muy alta, saltando no alcanzo el techo. Las paredes blancas, recién encaladas. Seguramente había nombres, fechas, palabras, palabras de aliento. Ahora no hay testimonios, ni vestigios. El piso de la celda está permanentemente mojado, hay una filtración por algún lado, el colchón esta mojado. Yo tengo una manta. Me dieron una manta y para que no se mojara me cubro con ella, Pero si me acuesto con la manta encima esta se moja por la parte del colchón”.

En el derecho pretoriano de la antigua Roma, una de las penas consistía en que tu casa, seria tu cárcel y en ese contexto habría que ser muy creativo para absorber ese peculiar castigo reservado a los nobles de la época.

La pléyade de noticias acerca del desarrollo de la pandemia y sobre todo en las maneras disímbolas de querer resolverlas, está siendo un elemento de angustia que solamente es remediado por los innumerables memes que nos alegran y rebajan la pena.

Diversos psicólogos han señalado que una de las principales afectaciones de la cuarentena será en el elemento de la información: “El conocimiento es bueno, al igual que la información; es como consumir un alimento: cuanto mayor calidad tenga, mejor nos hará. Sin embargo, como cualquier alimento debemos regularlo, ya que puede tener efectos negativos. La sobreinformación no es buena porque la gente tiende a consumir información que coincide con su pensamiento previo, por ende, si son negativos, va a consumir noticias pesimistas. Lo cierto es que los pensamientos de cada uno no son equivalentes a la realidad y de esto dependerá mucho el efecto de la información“.

Pero esta época también refiere grandes enseñanzas y enumero algunos:

1.-Retornó nuestra capacidad de asombro, esa que habíamos estado perdiendo debido a que nuestras ocupaciones diarias (muy intensas) solamente nos daban la oportunidad de leer titulares y estos normalmente se referían a noticias sobre el incremento de la violencia, la inseguridad y la impunidad, que nuestra mente desechaba al referenciarlo como un acontecimiento del día a día y no como uno extraordinario que nos debería asombrar;

2.-El acercamiento a nuestros familiares y seres queridos a través de los distintos medios a quienes solamente otorgamos atención en algunos momentos del día o la semana o el mes por la carga de nuestros trabajos;

3.- La necesaria comunicación en los hogares, el regreso del dialogo, la actividad en conjunto y también el darnos cuenta del tesoro que poseemos;

4.- Apreciar el trabajo de la casa, ese que te dice te quiero desde tender la cama, arreglar los cajones, desempolvar los libros, reparar las fugas, cuidar nuestro jardín y miles de detalles y

5.- Alimentar el alma, renovar nuestra mente del diario ejercicio de transformarnos de nueva cuenta ahora al revés de Homo Faber a ser humano de plenitud y esperanza.

Parecería que Eurípides soñó esta etapa desde hace siglos:” En esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra.”. ¿Y tú, estás listo para esta renovación?

#PorUnCoahuilaInsumiso #VaEnSerio
Oréstes Gómez

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