Coahuila ¡Inseguridad, sobornos y un libro!

En Coahuila, desde el gobierno estatal, la inseguridad es un tema de dinero no de estrategia.

No hablo de salarios y prestaciones cuando digo que “es un tema de dinero, la inseguridad en Coahuila“. Me refiero a los sobornos que se dan y reciben en este moreirato, desde hace más de 14 años.

Buenos, honestos y calificados secretarios de seguridad se pueden encontrar por ahí (en el mercado laboral), pero no, ellos (los del Cartel de Los Moreira) han impuesto al frente de “la seguridad“, a gente como Torres Charles, González Favela, Luna Canales, Zamora Rodríguez, Ramos Gloria, Aguillón Rosales, Fraustro Siller, Márquez Guevara, Villarreal Pérez, para que los pactos oscuros caminen y los millones lleguen (en suburban retacadas de maletas con dólares negros).

Así fue con Humberto, así con Jorge, así con Rubén y así con Miguel.

Así empezó

Desde la campaña de Humberto Moreira Valdés a la gubernatura, empezó la escaramuza del dinero sucio.

Recordarán que el Profe, traidor desde joven, quiso revelarse a su hacedor y aun en la víspera de su destape ignoraba la línea de Enrique Martínez y Martínez (un gobernador “distraído”, que nos heredó a los Moreira, en vil paquete aun sin pretenderlo; Enrique (vanidoso y veleidoso), pensándose estratega y visionario, de juegos políticos de salón, ungió a Humberto en una amañada pasarela de 5… cuando en realidad, fue embelesado por el Bailador y sin darse cuenta, cayó en el plan urdido años antes por los maquiavélicos hermanos Moreira).

Al brincar la línea, Martínez se indignó y le cortó el dinero, entonces buscaron Los Moreira a aquellos poderosos criminales, y les financiaron toda la campaña de el Profe… ¿y a cambio de qué?

El Gordo Fachas ejercía una extraña dominación muy profunda en la psique (y más dentro), sobre el Bailador. Recién sentado Humberto Moreira en la silla de Palacio Rosa, su hermano el Gordo le dictó una línea… “Los cargos en seguridad y judiciales y el control, los sobornos y las estrategias con los patrocinadores de la campaña (Los Zetas), los llevaría él (no el gobernador).

Mientras me des lo mío, haz y deshaz y yo voltearé para otro lado“. Así sellaron el acuerdo los capos en ciernes. Así llegó lo que luego confirmara el estudio del Escuela de Derecho de la Universidad de Texas, que “Con Humberto y Rubén Moreira, Todo Coahuila fue entregado a Los Zetas“.

La dominación ayer fue tal, que parecía que había dos gobernadores (un bufón del malabarismo y las colombianas y el retorcido criminal empoderado). Pero no, no se equivoquen, habían dos, sí, pero dos tipos acomplejados y muy malos solo que con roles sociales, políticos y criminales, diferentes, (con complejos de clase y profundas rencillas sociales y magisteriales… el odio a los bisabuelos, abuelos y padres por solo heredarles apellido y no millones).

Los militares fueron usados desde entonces en el juego del moreirato, a cambio de millones para cuarteles y más. Militarizar Coahuila fue una “idea brillante“, (les dieron dinero a los jefes y a las corporaciones castrenses y los soldados también, como Humberto, “voltearon para otro lado, dejaron hacer y deshacer pero recibiendo lo suyo”). Hoy, en agosto del 2020, luego de más de 14 años, el acuerdo militar sigue jalando: Con Miguel Riquelme de emisario Moreira y con Chema Fraustro de cabildero y maletero.

El Odiado Moreira

Con un comportamiento temperamental, como el de aquellos, y una conducta represora y vil, Rubén Moreira ValdeZ (con Zeta mayúscula) llegó al poder heredado y marcó su prioridad… “Dinero de donde venga, mucho, harto, sucio y lavado desde los carteles a la Tesorería estatal“.

Una revuelta estrategia confundía a Rubén Moreira (quien con robadas camisas de marca cara, que le sacan ronchas por corriente, seguía siendo el Gordo Fachas). Por un lado aparentaba ser muy malote y malvado para hacerse respetar y lograr su cometido en despojos y crímenes de toda índole; pero, por el otro, pretendía un legado jurídico, una nueva Constitución y juicios orales y rebuscadas obras relumbrosas como los puentes del hermano. Solo que estaba apanicado de gobernar, su mujer rentada para la ocasión sexenal (la Viggiano) le resultó muy cara y lo bocabajeaba, la MegaDeuda truculenta que los enriqueció le ataba las sucias manos.

Entonces, siguió la actividad criminal y los pactos oscuros fueron transitando de Los Zetas al CDG. Salió traidor como Humberto, eran igualitos. Los millones del soborno llegaban por semana, ya no por mes.

Una estrategia paralela de mentiras orquestadas desde un despacho de comunicación al que se le dieron muchos millones repartidos, comenzó la red de mentiras que ocultaron la verdad en seguridad (la inseguridad por el tránsito libre de los carteles por Coahuila, como por su casa).

Ya habían pasado La Matanza de Allende y la pozoleada de Piedras Negras, autorizadas a Los Zetas por Humberto y Rubén Moreira y cargadas a la ilusa y corrupta cuenta del interino Jorge Torres López (hoy preso en Texas). Luego vino la fuga de reos del Penal de Piedras Negras, donde 132 presos peligrosos fueron entregados por Rubén a los Zetas para reforzar sus filas (una “fuga” donde los reos salieron en fila por la puerta de enfrente y subieron a 5 autobuses aparcados en la reja principal, a la vista de todos).

Rubén Riquelme

La mafiosa mujer hidalguense que quiso (o quiere, Carolina Viggiano Austria) gobernar Coahuila o Hidalgo, fue quien metió a Miguel Riquelme en el ánimo afectivo de Rubén Moreira (así como debemos al embeleso de Enrique Martínez que Humberto fuese gobernador, así, por el de Rubén, Miguel fue espuriamente impuesto).

Le dan órdenes diarias, le dictaron el gabinete y le controlan todo, a cambio, él (Miguel) se enriquece mucho.

Le heredaron a Riquelme los compromisos criminales. Debe conservar y acrecentar los sobornos (que llegaban a la Casa Blanca de 100 millones en San Alberto, regalada por Luis Horacio Salinas Aguilera, qepd, para que su nieto Manolo Jiménez Salinas fuese gobernador y que ahora llegan a Sierra Nevada #319, en La Lomas de Chapultepec, CDMX, nueva mansión de Moreira, a más de las otras varias).

El daño

Un daño terrible han hecho Los Moreira y Riquelme a Coahuila (a más de robarlo, desprestigiarlo y quebrarlo).

Contaminaron de criminalidad a todas las policías estatales. Fueron erigiendo un cartel, en toda forma… el Cartel de Los GATES. Un monstruo de mil cabezas que todo lo traga y arrebata, a empellones emergió.

Una escuela del crimen se ha formado con los 4 gabinetes del moreirato, cientos de ladrones y criminales en progreso, egresan de las filas del gobierno estatal. Corrompido todo, hasta el tuétano.

El sistema de justicia, el anticorrupción y el de cuentas públicas, son 3 corruptos órganos que Moreira controla con hilos a distancia para anular el nulo Estado de Derecho en Coahuila.

¡Qué poca madre!

¿Se volvió loco Rubén… o ya estaba?

En su delirio por recuperar su imagen, que pretende la tuvo buena alguna vez, y más que nada, para llamar la atención de la 4T (lejos de las rejas, que en derecho le corresponden), ha filtrado el cínico diputado de mentiras, que publicará muy pronto un libro del “Modelo Coahuila en Seguridad“.

¿Modelo Coahuila?… que irónico: Modelo de sobornos, modelo de corrupción, modelo de colusión criminal, modelo de matanzas, modelo de espionaje y represión, modelos de policías que son un cartel (el Cartel de Los GATES), modelo de políticos socios de criminales y de criminales metidos a políticos. Modelo de sangre y muerte. 

Nadie le cree ya a los mitómanos Moreira-Viggiano y si alguna vez le han hecho ojitos los de AMLO es porque les están entregando al PRI nacional en bandeja sangrante.

¿Llamará Rubén Moreira de testigos en su libro, a Los Zetas que entregó a la justicia, a los del CDG, a los de La Línea, a los reorganizados del CDN, a los del CJNG, a sus operadores criminales desde los gabinetes del moreirato, a los soldados coludidos, a su cartel de Los GATES?

¡Que poca madre del Gordo Fachas!

Elecciones en octubre

“El ladrón que nos faltaba”, Álvaro Moreira Valdés, un pillo de siete suelas, es candidato a diputado local por el corrupto PRI-Coahuila, en Saltillo. Listo para la elección del 18 de octubre.

Nada es gratuito en el malpensado plan Moreira. Álvaro irá luego de alcalde y así, para seguir el moreirato (con Manolo primero o después)

¿Se lo van a permitir, le van a ayudar, van a empoderar a Álvaro Moreira por la complicidad de los opositores que sean baratos, por los hijos de la nómina y por los Ipecos que anden en los negocios?

¿Más crimen, más Moreira?

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