BMW dice no al TMEC

BMW ha decidido mantenerse al margen del nuevo T-MEC. El nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá exige a los fabricantes una mayor integración de componentes producidos en Norteamérica para poder evitar el pago de aranceles. Pero BMW ha tomado la decisión de pagarlos.

“Los vehículos (Serie 3) que producimos en la planta de San Luis Potosí tienen un promedio de contenido regional de 65% y por ahora hemos decidido pagar el arancel de 2.5% para exportarlos (a Norteamérica)”, dice en entrevista Harald Gottsche, presidente y CEO de BMW Group Planta San Luis Potosí.

La regla de origen anterior, que rigió el comercio de autos en Norteamérica desde 1994, solo pedía a las armadoras que los vehículos que se fabricaran en México, Estados Unidos y Canadá integraran una proporción de 62.5% de contenido fabricado en estos tres países para que pudieran venderse libres de arancel en la región. Pero el acuerdo actual incrementa el porcentaje a 75%.

Las armadoras tienen tres años para ajustar sus cadenas de suministro: en el primer año deben acreditar un 66% de contenido, al siguiente 69% y en el tercero llegar al 75%. Aquellas empresas que no lo logren podrán solicitar un periodo adicional de dos años bajo el régimen de transición alternativo contemplado en el T-MEC.

Lograrlo requerirá que los fabricantes desarrollen un calendario anual de nuevas inversiones para sustituir las importaciones de motores, transmisiones, ejes, chasis, sistemas de dirección, sistemas de suspensión y baterías de litio para los eléctricos.

Pero para BMW, que se prepara para reducir a la mitad su oferta de modelos a gasolina hacia 2030, la construcción de nuevas plantas de motores a combustión no es compatible con la nueva visión. “Construir una planta de motores es muy costoso (entre 700 mdd y 1,000 mdd) y nosotros no le vemos sentido a hacer estas inversiones cuando nos estamos preparando para dar un salto hacia la electrificación”, explica Gottsche. “Nosotros ahora producimos varios motores en Alemania y hemos decidido seguir importando de allá”.

BMW ensambló en su planta mexicana 42,071 unidades del modelo Serie 3 entre enero y julio, de los cuales exportó 55% (23, 192 unidades) a Estados Unidos, según datos de Inegi. El directivo asegura que, pese al pago de un arancel de 2.5%, es rentable para la marca producir en México y exportar a Norteamérica.

Gottsche no descartó que en el futuro la compañía invierta en la construcción de nuevas plantas para fabricar baterías de litio en la región para las próximas generaciones de vehículos eléctricos. “Quizá entonces podremos aprovechar los beneficios arancelarios del T-MEC”.

Expansión

Compartir