A los estudiantes. Salvador Rueda

A vuestras manos, ¡juventud divina!
ha de pasar la patria que os venera,
desde el lienzo inmortal de la bandera
el aula de la elocuencia peregrina.

Bajo el cielo de la luz, bajo el gran Helios,
irán a vuestras manos inspiradas
liras y leyes, músicas y espadas
bisturíes, crisoles y evangelios.

Entre esos dedos que de luz florecen,
Aumentan el legado que os ofrecen
y a otra generación brindadlo entero.

Que un siglo es sólo un paso portentoso,
que vierte el contenido milagroso
de otro siglo en en vaso venidero.

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