¿A cuál partido irle?

Cuando se habla de cosas profundas apodadas “filosóficas”, de esas que dan sentido a la vida con la práctica de valores y principios, ahí se parte todo en dos: Los honestos y los políticos (los deshonestos).

Esta columna trata de la “ética política“, de la ética en la política. Trata de la herramienta básica para ser político en los tiempos del covid: El uso, desusado, de una moral ética para comportarse en la vida, para aspirar a un cargo y para ejercerlo.

La moral y la ética (entre los políticos, solo en entre ellos), dejaron de ser valores fundamentales del comportamiento y la congruencia entre el ser, decir y hacer; para convertirse en simples argumentos de los debates vanos que escenifican los actores vanos.

Sexenios

Sexenios que roban, sexenios que destruyen, sexenios en los que los políticos se inmiscuyen en actividades criminales o en facilitar los negocios criminales de grupos delictivos, a cambio de sobornos; de esos hemos tenido muchos.

Los recientes gobiernos federales se fueron al extremo de estafas maestras y operaciones Zafiro (que involucraron al gabinete federal, a gobernadores, a rectores y a una suerte de bandidos en escala… de mayor a menor. (De cínicos que degradaron al máximo el servicio publico para joder al pueblo: robándolo, mintiendo, coluyéndose, siendo cooptados; ensuciándose de desvergüenza y deshumanización).

Ese de Enrique Peña Nieto, su gabinete ladrón y sus gobernadores consentidos y cómplices, criminales (del PRI, reiteración), escaló niveles inimaginables de descaro y saqueo, de criminalidad y daño social.

Rabia y esperanza

La gente harta, hacia el final del fatídico sexenio del maniquí de Atlacomulco, se fue encabronada a votar, castigando y “buscando cambiar por cambiar“: Votó por dolor y rabia, por ilusión y esperanza.

Se fue la gente a votar por quien prometía juicio a los ladrones y férreo combate al crimen.

Dos años y contando de un nuevo régimen respaldado por el mayoritario voto popular, pero después: la justicia no llega, el crimen se fortalece y la esperanza se fue por el caño de la desilusión por el cinismo y la simulación.

Las elecciones

Prometer para conseguir votos, y no pensar cumplir, honrando la palabra, ES UN FRAUDE ELECTORAL.

Pasado un tiempo prudente de tomar riendas, el no cumplir lo prometido para llegar al poder, es ya un asunto de ética política. Engañar cuando se juró servir, es pecado moral.

Las elecciones locales del 2020 no fueron amables para el nuevo gobierno de la República. El revés fue duro y el mensaje social (y opositor), estridente.

MORENA el movimiento que llevó a López Obrador al poder federal en México, luego de dos intentonas y de 18 años de campaña, (con una aprobación histórica), parce no ser emisor consiente del desilusionado mensaje ciudadano: ¡JUSTICIA y HONESTIDAD, cumple tu palabra, AMLO!

A la vuelta de la esquina (el 6 de junio, en 141 días) está una elección grande, una relevante (renovación de La Cámara de Diputados, de 15 gubernaturas, de congresos y alcaldes del país) . En ella se dejará muy claro quién tiene la aprobación social amplia y quiénes no.

El castigo del voto podrá aleccionar para retomar el rumbo extraviado y el premio votacional, podrá refrendar el liderazgo de algunos.

Mapaches, los del PRI y Coahuila

Dijo el INE que “las de Coahuila fueron elecciones de ejemplo nacional“… ¿ejemplo de meter votos, ejemplo de compra árbitro y consejeros, de acarrear y usar el dinero público en nominas y campañas del PRI?

Los estados aun gobernados por el PRI tienen “costumbres históricas“. Roban y roban sin parar, financian las campañas tricolores con dinero robado a los gobiernos y con dinero sucio del crimen (a cambio de “dejarlos trabajar” y de darles su tajada en “suburban retacadas de maletas con dólares negros”).

En Coahuila hay una organización criminal que manda desde hace dos sexenios y que manda en este, como lo hizo en el interinato para cerrar el primero. Es un moreirato abominable, un monstruo bicéfalo que domina por la calva que es capo y maldad, (esa engendrada en desequilibrada personalidad, altamente perjudicial por acomplejada social).

Construyeron a la par del Plan, una organización mapache que sabe robar elecciones. Edificaron una red de complicidades para doblar voluntades desde la cúpula política nacional. Se aliaron con ostentadores del poder transexenal y con capos del crimen, y los enredaron, para seguir impunes.

Sexenios van (Calderón, Peña,… López) y ahí siguen, asaltando y formándose en capos locales e intentando extender su control criminal fuera de Coahuila.

Y hay algo mas, estos criminales Moreira, se metieron con los militares y con ellos hacen tropelías y ganan fuerza corrupta.

¿Y López Obrador, la 4T y la esperanza de MéxicoEste gobierno solo amenaza. Las referencias a los corruptos de ayer y a los corruptos que continúan impunes y asaltando a los pueblos, solo son aquietados mediáticos para controlarlos, pero nunca para suspender su actividad criminal ni menos para castigar sus conductas contra la sociedad (con castigos ejemplares).

¿A cual?

¿A cuál partido irle entonces?, pues, yo creo que a ninguno.

Hay que irle a las personas, cuando se piensa que son mejores que otras; pero luego, si fallan, darles reveses ejemplares con el arma social mas poderos llamada ¡voto!

Por la democracia imperfecta que tenemos, nos vemos obligados a votar por quienes los dueños de los partidos escogieron, por “el menos malo y no por el mas bueno“. Por ello, hay que hacerlos ganar luego de escudriñarlos; continuamente vigilarlos, enmendarlos una y otra vez, y si es necesario, votarlos en contra en la siguiente oportunidad.

Votar por los corruptos de antes porque se piensa que el nuevo salió malo, es una equivocación.

Veamos quién es quién, qué valores practica con congruencia (ética y moral) y a qué intereses obedece… y entonces sí, démosles nuestro preciado voto (que da poder) y quietémoselos, cuando nos fallen.

—————————————————————————————————————————————————————————————————————————
* “El contenido, conceptos y juicios de valor del presente artículo son responsabilidad del autor y no necesariamente son compartidos por la Edición, y/o los propietarios de este Periódico”.
————————————————————————————————————————————————————————————————————————
Compartir